Hoy ha venido Raquel a la UCI.

Otros días, este trimestre, vienen Carla, Juan, Erin, Yoel, Arantxa o Andrés.  Siempre viene alguien. Todos ellos son músicos profesionales que han sido seleccionados en una audición rigurosa para participar en el proyecto “músicos internos residentes de Música en Vena”. Son músicos jóvenes con la suficiente sensibilidad para interpretar música en vivo en una UCI.

Nuestro proyecto mIR es posible gracias al apoyo del Hospital Universitario 12 de Octubre, a la organización Música en Vena  y a la financiación aportada por entidades como la Fundación Daniel y Nina Carasso o la Fundación de la Sociedad General de Autores (SGAE).

Raquel ha cogido su violín y sus partituras, ha preparado y afinado con mimo el instrumento y ha preguntado para quién tenía que tocar hoy.  Ha tocado para Julio, Margarita y Sebastián. Son pacientes que están siendo tratados con ventilación mecánica, analgesia y sedación y han sido incluidos en el estudio de musicoterapia. Sus familiares (ellos no pueden) han dado la aprobación.  Julio, Margarita y Sebastián escucharán 30 minutos de música en directo al día mientras dependan de un respirador.

A la vez que Raquel interpreta música de Bach, Boccherini o alguna pieza popular, la enfermera recoge los datos de los monitores del paciente y las determinaciones analíticas que permitirán ver posteriormente los resultados del estudio.

Realmente no hacemos musicoterapia. Este es un concepto que tiene su propia definición y metodología, recogidas en libros excelentes como el coordinado por Patricia Martí y Melissa Mercadal (Musicoterapia en Medicina. Aplicaciones prácticas. Editorial Médica Jims). No contamos con expertos en este campo. No obstante, hacemos llegar la música a los pacientes porque también nosotros estamos convencidos del poder curativo de ésta.  Creemos que la música puede aplicarse como si fuera una medicina más de las que reciben los pacientes, mientras su cerebro interpreta la vida en modo adagio (coma inducido, lo llaman las noticias) y todos tenemos la esperanza de que se recuperarán y volverán a la vida que pareció detenerse a las puertas de la UCI.

Pero no sabemos aún cuál es la música más adecuada, ni la “dosis” diaria que producirá los mejores resultados en el paciente. Por eso, queremos contribuir al conocimiento del efecto curativo de la música en los pacientes de la UCI. Compararemos el grupo de pacientes que ha escuchado las interpretaciones musicales con otro grupo similar que no las ha escuchado. Llevamos varios meses con el proyecto y todavía serán muchos más hasta terminar el estudio. Hemos incluido, y casi nos atrevemos a decir que se han beneficiado, más de 70 pacientes hasta ahora.

El personal que trabaja en la UCI y las familias de los pacientes escuchan con agrado la interpretación de Raquel. Al principio era una novedad, pero ya se ha incorporado a la rutina diaria. Echaremos de menos esos momentos de música el día que nos falten.

Raquel ha incluido hoy en su repertorio algunos villancicos. Su interpretación ha llenado de Navidad el duro ambiente de la UCI. Mañana volverá ella o alguno de los otros músicos.

Feliz Navidad para todos los que cada día trabajamos pensando que una HU-CI es posible.

Por Juan Carlos Montejo González