DECLARACIÓN DE TORREJÓN
PARA LA HUMANIZACIÓN DE LOS CUIDADOS INTENSIVOS
6 de Mayo de 2015
Nosotros, los profesionales sanitarios que trabajamos en las Unidades de Cuidados Intensivos, los pacientes, y sus familias, afirmamos que es necesario (y posible) un cambio en nuestra manera de relacionarnos. La sofisticación de los cuidados y la alta tecnología se han erigido como la máxima expresión del deber de curar y cuidar. Pero su evolución y mejora, necesaria y deseable, no puede ocultar la faceta humana y emocional que la relación entre los profesionales sanitarios y los pacientes y las familias mantiene desde sus orígenes. Convenimos que la ciencia y los mejores valores humanos deben reunirse de nuevo para dotar de un sentido holístico a nuestra vivencia profesional y personal de la enfermedad crítica.
Por ello, reconocemos que todos nosotros somos depositarios de derechos que faciliten que la dimensión humana adquiera una importancia paritaria con los mejores avances técnicos.
- Los pacientes admitidos en las UCI y sus familias tienen el derecho irrenunciable a una atención integral, que incluye, junto con unos cuidados clínicos excelentes, el mejor soporte emocional y la tecnología con mayor evidencia de efecto disponible. Sólo así se pondrán en valor unos cuidados intensivos sostenibles.
- Los profesionales del enfermo crítico, expuestos a situaciones de estrés laboral y emocional, precisan trabajar en ambientes seguros. Entornos que favorezcan el trabajo en equipo, motivando y reduciendo el desgaste profesional.
Para alcanzar estos objetivos, los profesionales del paciente crítico, otros profesionales sanitarios, pacientes y familias nos comprometemos a trabajar juntos en las siguientes líneas de acción:
- Mejorar la comunicación y el trabajo en equipo, incluyendo al paciente y a la familia.
- Facilitar una información más adecuada a pacientes y familiares.
- Flexibilizar los horarios de visita hasta conseguir que las UCI sean de puertas abiertas para los familiares.
- Fomentar la participación de los familiares en los cuidados del paciente y en la toma de decisiones.
- Medir e incrementar la satisfacción de pacientes y familiares
- Promover mejoras estructurales y arquitectónicas en el diseño de las UCI.
- Evitar el deterioro del clima laboral, combatiendo la insatisfacción profesional, la desmotivación, y los factores de estrés percibidos.
- Ofrecer soporte adecuado al profesional en situaciones de crisis.
- Humanizar los cuidados al final de la vida y el proceso de morir.
- Resolver los conflictos potenciales desde la bioética
- Brindar la formación y entrenamiento para la adquisición de las competencias relacionales necesarias para llevar a cabo todo lo anterior de forma adecuada.
- Investigar para mejorar la evidencia científica disponible
El trabajo de mejora desarrollado en estas tareas promoverá unos Cuidados Intensivos integrales, sostenibles y de mayor calidad, con pacientes y familias más satisfechas, y profesionales más motivados. Un lugar donde el ser humano y el desarrollo tecnológico vayan de la mano para satisfacer las necesidades de todos los diferentes protagonistas que conviven en ellas.
Todo ello debe acompañarse de estrategias y políticas institucionales que apoyen la implantación de las mismas, y promuevan la formación e investigación en esta área.
Los abajo firmantes nos comprometemos a trabajar para generar el cambio, difundir el contenido de esta Declaración, y conseguir por extensión una atención sanitaria más humanizada.