Siento la necesidad de escribirte algo.

Quizás porque la otra vez que escribí, que escribí mi historia, mi vivencia, hace casi ya 2 años, como él me dijo, me había ayudado.

Entrar a un box a asistir a mis compañeros a una emergencia, y darme cuenta al rato que eras tú, me desmoronó. Llevo desmoronada desde ayer. Sé que estás en las mejores manos, que no te faltará de nada. No puedo sacarte de mi cabeza.

Sé que te acompañan los tuyos, tu familia, tu pareja, tus amigos, tus compañeros, que yo te acompaño. Pero egoístamente, más allá de acompañarte, hablarte o acariciarte, necesito hacer algo más. Espero que cuando despiertes, no te molesten estas líneas.

Tú que estuviste en los peores momentos de mi vida. Y que ahora estás ahí, en posición horizontal. No es justo. Pero estoy convencida que todo irá bien, no puede ser de otra manera. Es cuestión de tiempo y  de paciencia. Yo estuve del otro lado, y ahora con lo vivido encima, veo como lo estás tú.

Volverás a sonreir. Serás más fuerte de lo que creías. Y si necesitas cualquier cosa que pueda aportarte de mi experiencia, no dudes ni un momento que allí estaré.  Qué puedo decirte, ¡vuelve ya! ¡¡Despierta!!  Tómate tu tiempo, pero hazlo.

Humanizar la sanidad, la HUCI…¡Tú eres eso! Cuidas de los demás  y ahora te toca a ti que te cuiden.  Pero no dejes de luchar, que todos luchamos contigo.

Eres de los tuyos, pero eres un poquito parte de mi. Porque ya lo dije, te adoro de por vida, a ti y al resto del equipo de esa HUCI que te sostiene.

Vuelve pronto por favor! Que esto es un sinvivir.