Hola a tod@s!:

Hoy os traigo un regalazo. Impresionante artículo del BMJ Careers y que no puede tener mayor relevancia en nuestro día a día:

Mejorar la comunicación del personal sanitario con familias, pacientes y entre profesionales.

Existe una evidencia apabullante de que comunicación es vital, y que necesitamos hacer cambios en las actitudes y habilidades que tenemos y que seguramente ni siquiera nos han enseñado en la mayoría de los casos. Por ello, la formación en habilidades de comunicación se ha convertido en una parte cada vez más importante de pregrado y postgrado en la formación médica.

¿En qué consiste la comunicación efectiva?
En ser ser capaz de dar la información de una manera clara y concisa y con la actitud correcta. La comunicación de calidad conlleva una mejor interacción entre profesionales, ayuda a administrar mejor nuestro tiempo y nos hace un miembro del equipo y/o un líder más eficaz.
Aprender a comunicarse efectivamente significa aprovechar al máximo cada oportunidad de interactuar con los demás: ser positivo y alentador, mostrar empatía y preocupación por los pacientes y ser capaz de lidiar con las demandas y emociones difíciles.

¿Cuándo necesitamos habilidades de comunicación?

En ningún momento en nuestras carreras deberíamos dejar de desarrollar y aprender acerca de la comunicación. La mala comunicación puede contribuir al Burn-out entre profesionales, a insatisfacción entre los pacientes, a la falta de cumplimiento de normas y problemas médico-legales. Debemos, por lo tanto, mejorar las habilidades de comunicación.

Los mejores consejos para una comunicación efectiva son:

USAR LENGUAJE CLARO: evitar la jerga y adaptar su lenguaje a las necesidades de conocimiento e información de sus pacientes.

SER CONSCIENTE DE NUESTRA COMUNICACIÓN NO VERBAL: es importante mantener contacto visual (leer notas o mirando la pantalla del ordenador puedes transmitir mensajes negativos).

PLAN DE INFORMACIÓN: preguntar a los pacientes lo que necesitan  y explicarles cómo les ayudamos.

ESTABLECER UN DIÁLOGO: determinar si el paciente está de acuerdo con el plan de diagnóstico y tratamiento. Los pacientes que no están de acuerdo con el diagnóstico probablemente no se adhieran al tratamiento.

SER FLEXIBLE: adaptar su enfoque para cada paciente. Un estilo más directivo puede ser apropiado para pacientes que quieren menos participación en la toma de decisiones. Un estilo de apoyo — escuchando atentamente y hacer preguntas sobre problemas psicosociales — ayuda a facilitar la divulgación de información confidencial.

DAR LA INFORMACIÓN QUE LOS PACIENTES QUIEREN: los médicos tienden a hablar demasiado sobre tratamiento de drogas, mientras que los pacientes quieren saber sobre las causas y el probable diagnóstico y pronóstico. Quieren más transparencia sobre los efectos secundarios y consejos sobre cómo aliviar el dolor y la angustia emocional y lo que pueden hacer por sí mismos. Proporcionar esta información ayuda a sus síntomas, reduce la angustia, mejora el estado fisiológico, reduce la estancia hospitalaria y uso de la analgesia y mejora la calidad de vida.

REFLEXIONAR SOBRE LOS RESULTADOS DE LA INTERACCIÓN CON LOS DEMÁS: ¿por qué algunos médicos funcionan bien y otros no tan bien? Las dificultades de comunicación son una de las principales razones que los pacientes se quejan de los médicos. La crítica más común no es de competencia de los médicos pero que han fracasado para escuchar o para ofrecer explicación suficiente.

PEDIR DISCULPAS CUANDO SE COMETEN ERRORES: disculparse y expresar el pesar por el sufrimiento experimentado por el paciente no es una admisión de responsabilidad. La comunicación ineficaz es el factor más grande detrás de litigios por los pacientes. Una disculpa eficaz, puede evitar problemas.Nunca hace daño disculparse — por sí mismo o en nombre de colegas.

EMPATÍA Y ESCUCHA ACTIVA: la relación con el paciente es de vital importancia. Facilita el espacio terapéutico en el cual los pacientes pueden expresar sus preocupaciones y recibir apoyo y asesoramiento.

PRÁCTICA CONSCIENTE: es la capacidad de observar no sólo del paciente sino su propia actuación durante la interacción con nosotros.

ESTABLECER RELACIONES: el reconocimiento y reconocimiento explícito del contenido emocional en la historia de tu paciente es particularmente para ambos.  Muchas veces respondemos a las señales emocionales ofreciendo seguridades prematuras, explicar angustia como normal, atender a los aspectos físicos, cambiar el tema, etc.

A mi me ha encantado, ¿y a vosotros?.
Solo le faltó añadir “¿y eso de informar a pie de cama o en un pasillo?, ¿y si estuvieras al otro lado?”.

Buen día,
Gabi

Pd: el post de hoy va dedicado al Dr. Vicente Gómez-Tello, que ya tenía ganas de que hablara de la información y cómo podemos mejorarla.