Estamos diseñados biológicamente para buscar amenazas con el objeto de detectar el peligro e intentar superarlo. En ocasiones, esto se vuelve en nuestra contra a través de lo que algunos autores han denominado “sesgo de negatividad”, por el que nos fijamos, analizamos y recordamos con gran tenacidad, los acontecimientos que evaluamos como negativos.

El acto deliberado de percibir y tratar de mantener las experiencias gratificantes se estudia en psicología bajo el concepto de “savoring” o saboreo (Bryant y Veroffy, 2003; 2007).

  • Percibir la suavidad con la que la auxiliar moviliza el cuerpo doliente
  • La mano que la hija posa bajo la de su padre mientras le acompaña en su despedida de la vida
  • El abrazo de la enfermera a ese familiar angustiado
  • La paciente que escribe en su pizarra palabras de agradecimiento que se niega a enmudecer
  • La dulzura de la sonrisa adherida al “buenos días” que la limpiadora dirige a la persona que ocupa el box en el que va a trabajar
  • La madre que con generosidad vence sus propios miedos para permitir y ayudar a que su hija de 7 años se despida del abuelo en la UCI
  • Las palabras, mirada y tono de voz elegidos por el médico al comunicar el mensaje de dolor que desearía no tener que dar
  • Los comentarios del celador sobre el equipo de fútbol que, con pasión compartida, convierten el camino a esa temida prueba en un corto paseo
  • La alegría en todo el equipo por el traslado a planta de esa paciente después de todo…

Estas son algunas de las cosas que ocurrieron ayer en una UCI y que se repiten cada día en muchos hospitales, solo hay que saber mirar.

Entre las prisas, las alarmas, la sobrecarga laboral de algunos días, los lógicos roces entre compañeros y el miedo de los pacientes y sus familias…, la vida y todos sus sabores está ahí, y cada día muchas personas deciden morderla. Para ello se requiere mantener activa la curiosidad, estar presente (para el otro y para uno mismo), aceptación ante lo que ocurra y atención plena.

De cada uno de nosotros depende querer verlo, elegir el foco de la mirada, reconocerlo, hacerlo propio, agradecerlo, y saborear el enorme privilegio de compartirlo con otros seres humanos.

Dedicado a la UCI del Hospital U. de Fuenlabrada.

Por Macarena Gálvez

Referencias

Bryan, F.B. (2003). Savoring Beliefs Inventory (SBI): A scale for measuring beliefs about savouring. Journal of mental health, 12(2), 175-196.

Bryant, F.B y Veroff, J. (2007). Savoring: A new model of positive experiences