Empieza el año, otra vez con las costumbres de siempre, las promesas que nos hacemos a nosotros mismos, la revisión de esos 365 días que acabamos de abandonar.También en el espacio ajeno al tiempo que es la UCI, llega el Año Nuevo y los propósitos y deseos tienen su hueco.

Hacernos participes de ello, brindad con nosotros, brindad con nuestras familias, entre vosotros, felicitarnos el año, enviarnos deseos de paz, amor, de suerte en el próximo gran sorteo.

Porque queremos estar aunque no podamos levantar las copas.
En momentos como estas  fiestas navideñas,  que nos hablan de la existencia de lo cotidiano y de que el mundo que conocemos continúa,  la celebración también es posible en la UCI. Pero de otro modo, sin champan ni asados; sí  con palabras, con gestos que nos permiten reconocer que se acerca el Año Nuevo y que podemos pedir deseos como todos, como antes.
Feliz Año Nuevo a todos, a los que dormís y a los que cuidáis su sueño.

Raquel Nieto