Durante los años de existencia de Proyecto HU-CI, hemos promovido diferentes medidas para Humanizar los Cuidados Intensivos. Una de ellas destaca porque rompe especialmente con las reglas establecidas: Sacar de paseo fuera de la UCI a los pacientes. Llegados a este punto que pudiera resultar un tanto conflictivo, me gustaría hacer dos consideraciones: ¿Qué reglas? y ¿quién las escribió?.Últimamente esta tendencia de los paseos está yendo a más. En nuestro blog, en las redes sociales, cada vez son más las UCI que cuelgan imágenes de pacientes a los que sacan fuera de la UCI, de paseo. Podemos ver imágenes de enfermos en sillas de ruedas o en camas, acompañados por varios profesionales o incluso por sus familias. Enfermos de larga estancia en UCI con su traqueostomía y conectados al ventilador, o tras pocos días de ingreso ya casi recuperados y a punto de ser dados de alta.
Sacar a un paciente de la UCI a dar un paseo es un acto que produce tantos beneficios que caen por su propio peso. Pero para ello hay que tener en cuenta la primera premisa obvia en este tipo de Cuidados: la individualización.
Es obvio que no se va a sacar de paseo a un paciente con un síndrome de disfunción multiorgánica, conectado a ventilación mecánica, en prono o con hemodiafiltración venovenosa continua. Es obvio que no se va a sacar de paseo a un paciente que acaba de ingresar con un infarto.
Es tan obvio… como pensar que un paciente con una escala de delirio (CAM-ICU por ejemplo) positiva al ingreso, reducirá sus posibilidades de sufrir un episodio de delirium si por la tarde le damos un paseo por los jardines del hospital.Los beneficios de salir de la UCI durante un rato en pacientes seleccionados son enormes. Podríamos decir que disminuyen la necesidad de analgesia, de antipsicóticos, de sedantes para combatir el insomnio, que aumentan la sensación de bienestar, el optimismo, la colaboración del paciente y la confianza en el equipo (también por parte de la familia). Que ayudan al proceso global y holístico de los cuidados y tratamientos que llevan a la curación. Y las familias se integran y vamos todos a una…¿Alguien duda del poder curativo de la luz del sol o de sentir otra vez el aire?. Son #paseosquecuran.En muchas UCI lo vemos desde hace años. Pero habría que realizar estudios prospectivos y aleatorizados que lo demostraran… ¿Habría? ¿En serio? ¿De verdad hay que demostrar eso con números? Para ser autocríticos, no se si en la Medicina Intensiva, en la ciencia y el arte de curar, a veces olvidamos la parte del arte y nos volvemos un poco extremistas con el tema de los ensayos clínicos.
No obstante hay que entender el trabajo sistematizado y protocolizado como una vía para garantizar la calidad.
Dr. José Carlos Igeño Cano
Jefe de Servicio de Medicina Intensiva y Urgencias. Miembro del Proyecto HU-CI.
Hospital San Juan de Dios de Córdoba
Buenos días a todos:
Felicito al Dr. Igeño Cano por su articulo.
Está muy bien su manera de enfocar esta tendencia (utilizando el término que ha empleado). Obviamente entiendo que deberá establecerse un protocolo y que quedarán excluidos pacientes con patologías muy complicadas (como no soy médico no me voy a poner purista que todos ustedes me dan sopas con ondas).
Espero que se hagan todos los estudios clínicos necesarios y que valoren en las escalas que estimen oportunas los beneficios y perjuicios de esta tendencia pero lo que no se puede medir es la satisfacción del enfermo en recibir un rayo de sol o el aire fresco en la cara, o que el viento lo despeine, o que le acerquen a una zona ajardinada y darse cuenta que su olfato aún puede oler su aroma.
Pero me olvidaba decir que en la ESCALA HUMANIZADORA sí es medible y como se imaginarán se sale de la gráfica.
Por último Dr. Igeño Cano, mi amigo Tiroldo Kleiman le manda un cordial saludo.
Bravo, bravo y bravo. Durante mi larga (subjetivamente) estancia en la UCI ni asomo de desplazamiento al exterior.
Sin embargo, de mi estancia en planta durante 60 días, en aislamiento la mayor parte del tiempo, uno de mis mejores recuerdos es aquel en el que no hubo más remedio que atravesar un espacio abierto para llevarme a hacer un escáner (si no recuerdo mal). La sensación del sol y la brisa en mi cara me alivió y satisfizo de tal manera, que esa noche pude dormir relajado, de un tirón, por primera vez en mucho tiempo.
Espero que de alguna forma se evalúe lo que es obvio para cualquier paciente: que el aire libre y el sol ayudan, cuando menos a sentirse mucho mejor, y apostaría a que también a reducir la estancia hospitalaria.
Un saludo y gracias a todos los pioneros re-humanizadores.
[…] Se han puesto en marcha protocolos para sacar de las unidades a pacientes de larga estancia con “paseos que curan”. – Se está trabajando en la prevención y seguimiento del síndrome postUCI que afecta a […]
Me parece una iniciativa simplemente MARAVILLOSA!!!
Yo quiero ayudar a que esos sueños se hagan realidad….
yo tambien me apunto!!!!