No nos damos cuenta, pero el espacio influye en nuestra percepción de las situaciones y en nuestras respuestas. En un espacio agradable nos sentimos mejor, nos sentimos “a gusto” y afrontamos mejor lo que nos ocurre.

 

Sinceramente, no me había dado cuenta hasta ahora de lo poco que cuidamos las salas de espera, quizá porque las consideramos un espacio secundario, pero eso es un gran error.
Para que una unidad funcione debe haber un proyecto completo, equilibrado y concebido en su conjunto, por lo que todos los espacios que forman parte de la HU-CI hay que cuidarlos: no debemos olvidarnos de ninguno de ellos, todos son importantes.
Una buena sala de espera ha de ser cálida, acogedora, cómoda, amable. Un espacio donde el familiar se sienta confortable y reconfortado, mas que una “sala de espera” debería ser una “sala de estar”.
El hospital Spaarne en Holanda ha hecho una reforma recientemente en la sala de espera del departamento de oncología. Es muy interesante ya que se basa en el concepto “hogareño”.

 

Un espacio muy completo: amplio, donde la familia no se siente encerrada, con luz natural necesaria para mantener el ritmo circadiano lo que evita la aparición de depresión, estrés y desánimo.
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Es fundamental un mobiliario adecuado: cómodo, acogedor, ergonómico y estético, siendo importante que se cumplan estos requisitos porque se pasan muchas horas en las salas y la familia ha de sentirse acogida, pudiendo descansar si fuera necesario de la forma más confortable posible.
Me resulta muy interesante crear dos ambientes en la sala de espera. Un ambiente sería el colectivo donde los familiares pueden interactuar con otros familiares y el otro sería más privado, donde la familia puede tener intimidad y tranquilidad. Se puede lograr con la distribución del mobiliario sin necesidad de tabiques o separaciones en el espacio.
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La decoración, materiales y colores nos ayudan muchísimo a crear un ambiente acogedor; de hecho los colores influyen mucho en nuestro estado de ánimo. El rojo, naranja y amarillo son colores que dan energía y ánimo, muy recomendados para personas que se sienten decaídas. El verde de la naturaleza, azul del cielo y violeta de las flores, son más emocionales ya que nos conectan con la naturaleza, nos relajan y es recomendable que aparezcan en imágenes o fotografías para decorar principalmente paredes.
Las salas de espera son espacios que hay que cuidar más y para conseguirlo no es necesario hacer grandes obras. Podemos mejorarlas para que sean más cálidas, acogedoras y amables, convirtiéndolas en salas de estar.
Saludos,
Interiorista en lab In Action