Hoy en día, gracias a los avances técnicos y tecnológicos enfocados a ofrecer soporte vital al paciente crítico la supervivencia en las UCI ha ido progresivamente en aumento.

Si bien tradicionalmente la medida de la calidad en la atención del paciente crítico se ha centrado en la mortalidad, recientemente ha habido un cambio en la visión:  el estado funcional y la calidad de vida después del ingreso en la UCI también son importantes. Es por esto que se ha observado que, a pesar de la evolución favorable de los pacientes en términos de supervivencia, hay un número cada vez mayor de pacientes con dificultades a nivel físico, psicológico y mental que comportan un estado de desadaptación para el retorno a su contexto social, familiar y laboral previo al ingreso. Esta situación de debilidad y dificultades en la recuperación de los pacientes críticos debe ser manejada precozmente en las UCI con el objetivo de promover una mejor adaptación en términos de salud, bienestar y funcionalidad.

A nivel físico, un número no despreciable de pacientes admitidos en la UCI por causas distintas desarrollan debilidad muscular durante el ingreso, fenómeno conocido como Intensive Care Unit acquired weakness (ICUAW). El principal factor de riesgo es la inmovilidad.

Con el objetivo de mejorar la incidencia de esta entidad hemos desarrollado un programa de movilización precoz centrado en los pacientes críticos conectados a un respirador. Se basa en un conjunto de movimientos planificados y con una progresión definida, empezando por los movimientos que el paciente es capaz de hacer, con el objetivo de volver al estatus inicial antes del ingreso en la UCI. Estos movimientos incluyen la elevación del cabezal, cambios posturales, ejercicios pasivos y posteriormente activos en la cama, sedestación al borde de la cama, sedestación en la silla y deambulación.  Además introducimos de manera progresiva las actividades de la vida diaria. Para ello se ha formado un grupo multidisciplinar formado por todos aquellos profesionales que atienden al paciente crítico: fisioterapeutas, rehabilitadores, intensivistas, enfermeras, auxiliares y celadores.

Con este proyecto intentamos que la estancia en UCI de nuestros pacientes sea más llevadera  con el objetivo de que se asemeje lo más posible, dentro de nuestras limitaciones, a una cotidianeidad perdida y sorprendentemente añorada.

Finalmente les dejo unas palabras de las estudiantes de Medicina que colaboraron en nuestro proyecto y realizaron el trabajo de fin de grado. “Hemos descubierto la medicina que trata de abrirse camino hacia otros enfoques del individuo, más amplios, más ambiciosos, dejando de considerar el paciente solamente como un conjunto de órganos o como una enfermedad, y tomándolo como lo que es: persona, nuestro igual –que no idéntico-, alguien que, en muchas ocasiones, nos llega a poner un espejo delante de los ojos que nos devuelve una imagen intensa y dolorosa de nosotros mismos.”

Por Paula Perelló y Mónica Magret

Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitari Joan XXIII, Tarragona