La Unidad de Apoyo al Paciente Ostomizado del Hospital Universitario Virgen del Rocío ha recibido la certificación de buenas prácticas en humanización de las consultas de ostomía del Proyecto HU-CI y AENOR, convirtiéndose en la primera Unidad de Andalucía en obtener este reconocimiento. Para conseguir esta distinción, los profesionales de este servicio han demostrado realizar su actividad diaria conforme al manual de buenas prácticas de humanización de las consultas de ostomía.
Esto conlleva un proceso de 6 a 12 meses que finaliza con una auditoría y un sello oficial y público según el nivel de cumplimiento de las buenas prácticas (básico, avanzado, excelente). En concreto, la unidad del Virgen del Rocío ha obtenido el nivel básico, aunque cumpliendo también con un buen número de los requisitos del nivel avanzado.
En este sentido la auditoría de AENOR ha destacado como puntos fuertes: “Por un lado, la disposición de menús elaborados del hospital para ostomías, que proporciona a los pacientes con diferenciación de menús de verano y menú de invierno, menús para ileostomizados (con dieta inicial, blanda, líquida y basal), basados en estudio de investigación”.
“Además, en comparación con otros hospitales públicos no hay rotación en el servicio, lo que es un punto para destacar por la consolidación tan importante del servicio y la profesionalidad de su equipo, destacando su competencia y su formación”. Por último, destaca “el alto nivel de compromiso de los estomaterapeutas en la actividad desarrollada y con sus pacientes, así como la profesionalidad desempeñada, que hace que sean referencia de otros profesionales del Hospital Universitario Virgen del Rocío, acatando todas las directrices que ellos proponen”.
El acto ha estado presidido por Antonio Pérez Carreño, director territorial de Andalucía y Extremadura de AENOR; Gabriel Heras, director de Proyecto HU-CI; y María Rocío Pérez, directora de Enfermería del Hospital Universitario Virgen del Rocío.
La Unidad de Apoyo al Paciente Ostomizado del Hospital Universitario Virgen del Rocío está integrada por dos enfermeros estomaterapeutas, Antonio Fernández y Macarena Espejo. Este servicio se integra en la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía General que dirige el Dr. Javier Padillo y la referente de Cuidados Rocío Mendoza. Estos profesionales han ofrecido cuidados a más de 8.000 pacientes desde que se inició en los cuidados de las personas que tienen que portar una estoma por un agravamiento urgente o progresivo de un problema de salud. De ellos, 240 el año pasado.
Las enfermeras estomaterapeutas tienen un papel fundamental frente a pacientes con este tipo de enfermedad, ya que ellas se encargan de elegir y marcar la localización de la estoma en la fase properatoria, así como en la prevención, diagnóstico, tratamiento, seguimiento y rehabilitación, realizando una atención personalizada encaminada a detectar las necesidades específicas de estos pacientes, previa valoración de los aspectos físicos, psíquicos y sociales. De este modo, los profesionales de la enfermería que trabajan en la unidad de Ostomía asesoran en todos aquellos aspectos que pueden verse afectados por la ostomía (alimentación, vestirse, medicamentos, relaciones de pareja, etc.).
De ahí, que los enfermeros especializados en este tipo de pacientes enseñan a adquirir a estos mismos, nuevas habilidades que le permitan volver a disfrutar cuanto antes de su vida familiar, social y profesional con toda normalidad. Todo ello, en consultas hospitalarias (2.334 el año pasado) y fuera del hospital también (1.284).
Atienden además consultas telefónicas (708) y el año pasado iniciaron un programa de consulta pre quirúrgicas urológicas (23 en total), y otras de gran complejidad como las de abdomen catastrófico y de irrigaciones transanales. Igualmente, organizan talleres de educación y una Escuela de Pacientes en la que comparten entre ellos sus dudas, inquietudes y consejos.
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