Como ya sabéis, durante los días 26 y 27 de mayo, tienen lugar en Barcelona las II Jornadas de Humanización de los Cuidados Intensivos.
Una de las mesas de debate abordará “El antes y el final” y “Cuidados paliativos intensivos: ¿lo hacemos?”, moderada por la Dra. Mari Cruz Martín y en la que participarán como ponentes Dr. Enric Benito (Coordinador del Programa de Cuidados Paliativos de las Islas Baleares) y Fernando Campaña (Enfermero impulsor del blog Colaborativo Cuidados Paliativos + Visibles).

 

Hemos pedido a los ponentes que nos resuman algunos de los conceptos clave para ellos de los cuidados paliativos intensivos con las idea de atraer vuestra atención e invitaros a participar y compartir vuestra experiencia en el debate.
“Se hace demasiado para retrasar la muerte, y demasiado poco y tarde para mitigar el sufrimiento”, especialmente evidente en el entorno de los cuidados críticos con características muy peculiares, considera Fernando.

 

Es más fácil “hacer” que “dejar de hacer” pero hay que pensar en ello, aunque resulte difícil para todos (familiares y profesionales) y replantear los objetivos cuando la Medicina Intensiva ya no es capaz de alcanzar la curación y de forma ineludible se aproxima la muerte.
Enric propone reflexiones desde su propia experiencia como profesional con larga trayectoria en el cuidado de personas fallecidas tras un proceso de enfermedad crónica y deterioro progresivo
– El proceso de morir es una experiencia humana de una profunda significación antropológica. Que involucra: a la persona que muere, a sus allegados y también a los que le cuidan.
– El reconocimiento de la profundidad y significación humana de esta etapa nos puede procurar a una mirada respetuosa hacia el mismo y a cuidar y acompañar el proceso desde una perspectiva humana, integral, promoviendo un cierre lo más armónico posible de la biografía del que se va y ayudando y acompañando a los que deja.
– El deterioro progresivo del cuerpo y los aspectos biológicos del proceso son tan solo la parte visible desde una perspectiva biomédica, el enfermo como persona tiene además una dimensión subjetiva, una vida interior, una red de relaciones y en definitiva una dimensión trascendente. Desde esta perspectiva se puede observar el proceso adaptativo de cierre de su biografía. La dimensión trascendente, si se aspira a una atención integral de la persona, debe ser igualmente reconocida, evaluada y atendida.
– El proceso de morir es único para cada persona, y la forma como lo hace depende en parte de factores de su biografía, lo que ha vivido y como ha vivido. Y lo más importante, la forma como lo hace puede marcar de forma significativa las vidas de los que le quieren y le acompañan.
En el ámbito del enfermo crítico, conviene establecer una colaboración entre profesionales de UCI y de Cuidados Paliativos para explorar, definir y proponer de forma consensuada las mejoras de atención centradas en procurar una buena muerte.
Esto supone un cambio de “Mantra” que ya no debe ser: “Esta persona no se me muere”, sino “Como vemos que va a morir, vamos a cuidarle y acompañarle para que se muera bien”.
Estos son solo algunos de los ingredientes de esta mesa sobre los cuidados paliativos intensivos que seguro no dejará indiferente a nadie. Os invitamos a reflexionar y hacernos llegar vuestras consideraciones y preguntas. Para ello, podéis insertarlas como comentarios al final de este post.
Os esperamos en las II Jornadas de Humanización de los Cuidados Intensivos dentro de unos días.Feliz Miércoles,
Gabi