El día 22 de Julio de 2014 nació June. Su madre tuvo amenazas de aborto al principio del embarazo y tuvo que estar en reposo la mayoría de la espera.Todo fueron incógnitas y dudas. Demasiadas. Pero nació y todos sonreímos aliviados.


En su primera revisión hospitalaria al ratito de nacer ya le vieron que tenía alguna “rareza” en los genitales, una mancha en el labio superior y un problemilla de corazón que se solucionó al día siguiente.


Actualmente, con casi dos meses, tiene pendiente una anoplastia y, de nuevo, una ecografía para, esta vez, observar esa manchita con más detalle. Han dicho que puede ser un tumor…aunque también cabe la posibilidad de que no sea nada, eso esperamos.


Una vez operada les esperan como mínimo dos días de UCI. A ella y a sus padres. A ella dentro y a sus padres fuera. No pueden entrar a no ser que sea en horario de visita.


¿Qué sabe June de visitas? 


Ella sólo conoce voces, tacto y olores. La de sus padres.
Sólo conoce el pecho de su madre para sentirse segura, para relajarse y descansar. Para soñar que la abrazan siempre. SIEMPRE.
Pronto la meterán en un lugar desconocido, con voces desconocidas, con olores desconocidos y con sus miedos, esos que aparecerán de repente y que sólo se irán cuando esos brazos paternales la mezan.


No se duda del buen cuidado que aportará todo el equipo. Se duda de si esas órdenes de no visitas libres, de No UCI pediátrica abierta son meras órdenes dictadas desde una mesa de despacho, de si los profesionales quieren no ser “molestados” por los familiares, de si sólo se ha pensado en una cara de la moneda, de si se ha olvidado, en el camino de la burocracia y el egoísmo profesional, que ésto va de emociones, de seres humanos, de corazones entrelazados, de mejorías sanas, emocional y físicamente.


June estará en la UCI dentro de poco… y sus padres en un pasillo.



Ali Matz.