Hola a todos, mis queridos amigos.Hoy tengo el gusto de presentaros un libro que dará mucho que hablar:

El autor es el Dr. Samuel Brown, profesor de Medicina Intensiva, Ética y Humanidades en la Universidad de Utah y director del Centro para la Humanización de los Cuidados Intensivos, que ya os presentamos en este espacio justo hace un año, y durante el cual nos hemos hecho amigos y colaboradores, como no podía ser de otra manera.
Aquí va un pequeño resumen:

 

“De entre las aportaciones culturales de la década de los 60, dos tienen una relación particular con la forma de morir: las Unidades de Cuidados Intensivos y las voluntades anticipadas. La Medicina ha creado un mundo nuevo sin precedentes, en la que se pueden curar enfermedades letales y una muerte tranquila es interrumpida a voces.Las Unidades de Cuidados Intensivos habitualmente producen milagros médicos, salvando vidas a veces más allá de cualquier capacidad para curarse. Pero, paradójicamente, estos lugares de curación física han llegado a ser vistos como la forma de arruinar la muerte para muchas personas, incluso como caros tratamientos médicos que amenazaban con arruinar el país.

Para ser justos, la Medicina se merece parte de escepticismo con que se la mira. Históricamente, los médicos han antepuesto sus valores sobre los de los pacientes, tratando pacientes y familias como si fueran niños. Y muchas personas experimentan muertes miserables, impulsadas en parte por la implacable tecnología y los errores de comunicación.

Las voluntades anticipadas, introducidas en 1969, intentaron impedir que los médicos siguieran actuando como pollos sin cabeza. Por desgracia, lo hicieron de manera que no se corresponden con quienes somos como seres humanos. Se crean declaraciones estáticas y confusas sobre hipotéticas preferencias que casi nunca se aplican en la práctica. Y dejan a las personas con la falsa sensación de que ha habido comunicación efectiva. Las voluntades anticipadas no aprovechan la investigación sobre cómo los seres humanos procesamos la información y tomamos decisiones, y nos distraen de temas mucho más importantes: cómo podemos apoyar y guiar mejor a los pacientes que atraviesan enfermedades críticas y potencialmente mortales.

A través del dogma sobre voluntades anticipadas y la situación actual de humanización en las UCI, Samuel Brown describe un nuevo enfoque de los cuidados intensivos y la enfermedad crítica en general. Esta aproximación reconoce las emociones conflictivas que tenemos cuando la posibilidad de morir existe, y hace hincapié en la manera en que sin darnos cuenta, las voluntades anticipadas tienen el efecto opuesto a lo que pretenden.

Samuel Brown, un investigador y médico intensivista, además de historiador, mira con ojos escépticos las prácticas de su profesión. Hablando de compensaciones inevitables y la importancia del cuidado honesto, Brown establece un plan de acción para una UCI más humana que realmente responda a las necesidades de pacientes y familias en una especie de manifiesto para la reforma de las UCI”.

 

Esperamos ya nuestra copia y desde Proyecto HU-CI, deseamos la mejor de las suertes en esta aventura al Dr. Brown.
Muchas gracias Sam.
Feliz Miércoles,
Gabi