Lady Cilento (LCCH) es un hospital infantil en Brisbane (Australia), y su proyecto de diseño surge de la unión de los servicios pediátricos de los hospitales Royal y Mater para convertir LCCH en el centro de referencia pediátrica de la zona.
Para afrontar el diseño, los arquitectos estudiaron cómo estaban planteados los hospitales desde la década de los ochenta hasta la actualidad. Tras ese estudio concluyeron que el diseño se centraba en los profesionales.
Para dar la vuelta a un concepto que ya no era actual trabajaron conjuntamente con los pequeños pacientes, sus familias y con el personal sanitario. Tras una primera toma de contacto con todos ellos, los arquitectos descubrieron que las principales preocupaciones eran los altos niveles de estrés y la angustia emocional que sienten debido a las circunstancias.
Así comenzó el proceso de diseño de LCCH. Partiendo de un nuevo paradigma, se deja atrás un modelo de cuidado obsoleto para dar paso a un espacio de curación centrado en todos los usuarios. Este proceso duró siete años.
En cuanto al diseño, el equipo planteó el hospital como un “árbol vivo”: una estructura que parte de dos grandes atrios que serían los troncos y que se van conectando con diferentes espacios, algunos de ellos a doble altura para ir conformando las ramas y otras se extienden en el espacio hasta llegar a la fachada y formar balcones en los que se puede disfrutar de las vistas de la ciudad. Este planteamiento crea un espacio abierto en el que fluye la luz natural por todo el centro y en el que la naturaleza está muy presente en la estructura, en la decoración y en los jardines.
El edificio tiene doce plantas y cuenta con once jardines para que puedan ser disfrutados por los pequeños pacientes, sus familias y el personal sanitario pueda salir a descansar. Me encanta la idea de destinar uno de estos jardines para que las mascotas puedan visitar a sus dueños, una forma muy sencilla de normalizar estas visitas en el funcionamiento habitual del hospital.
La decoración refuerza el concepto de árbol mediante el mobiliario, los espacios y diseños orgánicos y los elementos decorativos suspendidos en los atrios con motivos de la flora y fauna autóctona, donde el color es un elemento muy importante. El color verde está presente en todos los rincones del centro uniéndose de forma casi natural con los jardines y a su vez está muy bien combinado y contrastado con colores vivos que aportan a todo el centro una sensación de vitalidad, diversión, fuerza y ánimo.
La madera está muy presente en la decoración ya que la mayor parte de los elementos decorativos están realizados en este material aportando calidez y de esa manera se continúa el concepto de “árbol vivo”. El ruido era otro gran reto al que se enfrentaban en el diseño y para resolver este problema han utilizado paneles de madera con absorción acústica para aislar los espacios y cuidar el descanso de los pacientes.
Cuando vi este proyecto me enamoró, es un gran ejemplo de arquitectura humanizada.
Parte de la escucha activa de los usuarios para los que se ha creado un concepto a medida donde la luz natural, los espacios abiertos, una decoración muy cuidada y la naturaleza son elementos fundamentales para crear un entorno humanizado centrado en las personas y en el cuidado de sus emociones.
Welcome to LCCH from Children’s Health Queensland on Vimeo.
Saludos,
Gran post, Mónica.
El éxito de este centro ha sido reunir a sus usuarios con sus diseñadores. Con tiempo. Con paciencia. Poniendo realmente al paciente/familiar/profesional en el centro de la función de un centro hospitalario: curar cuidando de las emociones. Un ejemplo de lo que siempre hemos mantenido: trae tu casa al hospital. Maravilloso