Con la segunda casa, empezamos el año hablando sobre cómo el entorno físico y ambiental en el que realizamos nuestro trabajo influye en nosotros y eso afecta a nuestra salud física y mental. Si cuidamos nuestro entorno laboral, cuidados nuestra salud y nuestro estado de ánimo y eso fomentará nuestra satisfacción, motivación y productividad en el trabajo. Para humanizar los espacios de trabajo, además de primar en el diseño el confort ambiental, la funcionalidad y ergonomía hay que crear espacios eficientes y agradables de trabajo complementándolos con espacios cálidos y amables para relajarnos, desconectar, comer, descansar, etc.

Hoy te quiero mostrar cómo Vygon lo ha llevado a cabo. El proyecto surgió con la necesidad de trabajar en un espacio que recordase a los integrantes de la plantilla sus valores, la misión de la empresa y las emociones y sentimientos positivos que sienten al trabajar en la compañía.

Como el proyecto del nuevo espacio se iba a centrar en los trabajadores, quienes mejor que ellos mismos para ser co-creadores del espacio junto con el artista Fernando Jiménez. Sin duda esta es la mejor forma de hacer sentir a los trabajadores que son parte activa de la compañía involucrándoles en el proyecto.

El fruto de este trabajo en equipo es el edificio optimista de Vygon, que se inauguró el 10 de abril y Gabi Heras fue uno de los invitados al acto. Un proyecto que se ha llevado acabo en todo el edificio y han elegido la figura del árbol como  hilo conductor en la decoración y como elemento representativo de la compañía.

En el edifico optimista podemos encontrar: “Los árboles de los valores” obras de arte donde cada empleado ha trasladado lo que significa para él los valores de la compañía.

La sala de relax, un espacio dividido en diferentes zonas interconectadas entre si, donde los empleados pueden disfrutar de zona de asiento con cómodos sofás, zona de recreo con futbolines y zona de comedor. Un espacio cálido que invita a la relajación y desconexión, para ello se ha utilizado mobiliario doméstico y se ha jugado con la decoración, el diseño y el color. La sala también cuenta con elementos decorativos y obras diseñadas ad hoc para el proyecto como un mural en el espacio de comedor donde están representadas las comidas que más le gusta a cada empleado o “la nube de las nubes” donde se puede ver lo que cada empleado tiene en la cabeza  cuando está en las nubes.

También está “la orla” que es una obra de pequeños cuadros circulares en forma de cookie donde se han impreso y colocado algunas de las imágenes o fotos favoritas de cada uno de los colaboradores.

¿A quién no le gustaría trabajar en un espacio así? A mí desde luego que sí, es más agradable, motivador e inspirador trabajar en un entorno amable. Por es no debemos descuidar los espacios de trabajo y más si se trabaja en entornos estresantes y con un ritmo vertiginoso como son las UCI donde es necesario tener espacios como estos para descargar tensión.

Cuidar nuestro entorno laboral es todo un reto: hay que optimizar los espacios y con el mobiliario y la decoración adecuada se puede conseguir, pero para ello hay que invertir. Invirtamos en nosotros, en nuestro cuidado. La amortización de la inversión será muy positiva para los trabajadores y se reflejará en positivo en poco tiempo.

Saludos,

Mónica Ferrero, diseñadora de Proyecto HU-CI.