Su capítulo sobre infraestructura sanitaria ha sido redactado mediante la estrecha colaboración de profesionales de diferentes campos. Esta sección establece como objetivo crear espacios humanos que fomenten el bienestar físico y psíquico de los pacientes, familiares y profesionales. A través de diez objetivos específicos y 40 actividades, con, en ocasiones más de un indicador por actividad, se pretende conseguir un cambio en las estructuras para hacerlas más eficientes, cómodas y saludables para todos los agentes implicados en el cuidado.
Podríamos decir que, aunque ambicioso en algunos de sus fines, y con la desventaja de un coste económico no siempre bajo, las propuestas sobre infraestructuras tratan de conciliar la factibilidad con el impacto inmediato. Medidas sobre control del ruido, comunicación del paciente, y confort en la sala de estar de familiares, pueden ser ejemplos de cómo cambiar hábitos y barreras molestos. Estas actividades fueron expuestas visualmente en una ponencia durante las II Jornadas de Humanización en Cuidados Intensivos, celebradas en Barcelona.
Todavía estamos en una fase precoz de difusión y explicación del documento a todos los profesionales sanitarios de las UCI. Pero va calando la sensación de que no es ciencia ficción el realizar modificaciones sencillas, sin esperar a realizar costosas obras, que hagan de nuestros entornos (boxes, espacios profesionales y áreas de familiares) lugares más agradables donde cuidar y trabajar.
El colaborar en este documento me ha hecho reflexionar con mis compañeros de Unidad sobre aspectos estructurales. Los cambios aún no son espectaculares, pero hemos hecho avances. Concretamente en mi UCI, somos más conscientes del problema que genera el ruido nocturno y existe una progresiva sensibilización sobre su control.
También nos hemos preocupado de obtener una mayor personalización del box para que el paciente pueda reconocer estímulos familiares (fotos, cuadros). Finalmente, estamos probando dispositivos de comunicación visual electrónica con enfermos intubados y/o paralizados que nos permitan averiguar que desea un paciente con limitaciones de expresión.
Sí es relevante que, durante el último año la humanización, también en las infraestructuras sanitarias, se ha convertido en un tema de tendencia entre pacientes, familiares, profesionales y gerentes.
El Plan de Humanización, ha permitido crear un ambiente de opinión y debate favorable entre estos colectivos. De ese foro surge, y surgirá cada vez más, la necesidad de implementar cambios en nuestro modo y entorno de cuidados. De no considerar de manera apriorística la inevitabilidad de un statu quo pavimentado de conceptos obsoletos santificados por una rutina acrítica.
Brota con fuerza un clima de opinión basado en la empatía y la emoción, pero sustentado en instrumentos y metodología contrastable, que harán posible el “pequeño milagro” de conciliar competencia técnica con calidez humana”.
Quiero agradecer a Vicente Gómez-Tello su colaboración. ¡Mil gracias! por responder de nuevo mi pregunta y no te pierdas mañana el post final.
¡Saludos!
Interiorista en Lab In Action
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