Hola a tod@s, mis queridos amigos.
Hoy comentamos un artículo publicado en Current Opinion in Critical Care, firmado por los Dres. Schmidt y Azoulay. Me ha parecido una revisión fantástica.
La UCI es quizás el sitio del Hospital donde más se sufre. Tener un familiar ingresado en la UCI y las consecuencias posteriores genera estrés, ansiedad y depresión, y estos síntomas pueden ser prevenidos o minimizados. Está descrito el síndrome post-UCI de la familia y cada vez los profesionales somos más conscientes de que hay que enfocar también en la familia.
Un 70 % de los familiares presentan ansiedad y hasta un 35% depresión, además de las situaciones de estrés en el momento agudo y estrés postraumático. Estos síntomas afectan más a la pareja, y por desgracia se pueden mantener en el tiempo con duelos complicados.
La familia asume el rol de cuidar y de tomar decisiones, dos papeletas muy difíciles de llevar a cabo y que solo entiende bien quien ha tenido que pasar por ello.
Son necesarias para minimizar el impacto brutal que supone este suceso vital:
– Estrategias de comunicación
– Información adecuada.
– Reorganizar el funcionamiento de la UCI: flexibilizar horarios, asignar un equipo de atención continuado.
– Hacer a la familia participe del cuidado
– Detección psicológica precoz de los familiares en riesgo.
– Seguimiento postUCI.
¡A ver cómo la ponemos en marcha!
Feliz Jueves,
Gabi