Recientemente ha sido publicado en abierto en Annals of Intensive Care Medicine el artículo Symptoms of burnout in intensive care unit specialists facing the COVID-19 outbreak. firmado en primer lugar por el Dr. Elie Azoulay.
Es por todos conocido la enorme sobrecarga y presión asistencial a la que estamos siendo sometidos los profesionales de las UCI durante la pandemia.
Se trata de una encuesta realizada entre los intensivistas socios de la Sociedad Europea de Cuidados Intensivos durante la primera ola, con más de 1000 respuestas (tasa de respuesta del 20%) y con resultados de 85 países. Para ello, utilizaron la escala HADS (Hospital Anxiety and Depression Scale) y el MBI (Maslach Burnout Inventory). El 37.2% de los intensivistas tomaron pastillas para dormir, un 12% reportaron un consumo excesivo de alcohol y un 9.7% fumadores.
La prevalencia de síntomas de ansiedad, depresión o burnout grave fue del 46.5%, 30.2% y 51% respectivamente, muy diferente según la región.
Los factores que se asociaron independientemente a ansiedad fueron el género femenino, trabajar en un hospital universitario, vivir en una ciudad de más de un millón de habitantes y lo relacionado con el clima ético y la toma de decisiones..
Los factores que se asociaron independientemente a depresión fuero el género femenino y lo relacionado con el clima ético y la toma de decisiones.
Los factores que se asociaron independientemente a burnout grave fueron la edad y lo relacionado con el clima ético y la toma de decisiones.
Los autores concluyen que la pandemia #COVID19 ha tenido un impacto psicológico abrumador en los intensivistas. Son precisos el seguimiento y la gestión para evaluar los resultados psicológicos a largo plazo y aliviar la carga psicológica de la pandemia en el personal que estamos en primera línea.
Imposible cuidar bien si no estamos bien.
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