“Como si se tratase del país de las maravillas, los objetos cotidianos se transforman en oráculos de geometrías imposibles en el espacio de la UCI. Lo que era una rejilla de aire acondicionado, se muestra de repente como un jeroglífico que tenemos que descifrar si queremos seguir vivos. Siempre ese miedo de seguir vivos, de no caer en la casilla equivocada y desaparecer tragados por las arenas movedizas en las que se convertirá el colchón que ahora nos acoge.”

Raquel Nieto cuenta que en los 99 días que pasó en la unidad lo único que podía ver era el techo. En los espacios sanitarios los techos son elementos secundarios, nos preocupamos de que cumplan la normativa y en algunos casos se diseña una distribución estética de las instalaciones, nada más.

Pero la realidad es que en muchos casos el techo es lo único que el paciente puede ver durante largos periodos de tiempo y esto puede ser una causa de estrés.

En el estudio “Estrés del paciente en UCI: visión de los pacientes y del equipo de enfermería” se analizaron los factores de estrés establecidos utilizando la escala de estresores en terapia intensiva (EETI) entre los pacientes participantes. El hecho de “quedarse mirando al techo” sin poder realizar alguna actividad, relacionado la mayoría de las veces con la dificultad para entretenerse, ha sido considerado como el principal estresor en el periodo de estancia en la UCI.

¿Alguna vez te habías planteado que el techo que ven los pacientes pudiera ser un factor estresor tan importante? Yo nunca lo hubiera pensado, por eso es vital escuchar a los pacientes, ellos nos dan información muy valiosa que nos va a permitir comprenderlos y mejorar sus espacios.

El hecho de que el paciente esté inmovilizado, no pueda cambiar de postura, se sienta dependiente y el ver día tras día un techo técnico, repercute negativamente en el estado de ánimo y la situación puede empeorar si las instalaciones que están sobre él no han sido bien planteadas. Por eso es importante un diseño eficiente y coherente para que la situación no se agrave: hay que evitar que las rejillas de aire acondicionado estén sobre la cara del paciente y este reciba un caudal de aire muy directo sobre su cara, que la posición de las luminarias no deslumbren al paciente ni las fijas ni las orientables y que instalaciones como sistemas de detección de incendios no estén sobre el ángulo más directo de visión del paciente ya que tienen pilotos con pequeñas luces rojas o verdes que parpadean constantemente. Es vital encontrar un punto de equilibrio en el que las instalaciones sean eficientes, cumplan su función y no molesten al paciente para que no influyan en su disconfort y le generen estrés.

Además de plantear los techos del paciente de una forma funcional, podemos hacer algo más, podemos personalizarlos para promover la distracción y relajación. Se pueden plantear diferentes soluciones: personalizar el techo con vinilos, con paisajes , elementos naturales ya que el contacto con la naturaleza (aunque sea visual) relaja y en el caso de los pacientes más pequeños con dibujos adaptados a sus gustos y edad. Se pueden instalar pantallas para ver paisajes acompañados de música, se pueden utilizar proyectores, jugar con la iluminación, etc e incluso crear falsos lucernarios que simulen poder ver el cielo.

Sistema de Philips personalizable con sistema de iluminación que simula el ciclo de 24 horas

Hay techos considerados obras de arte cumbre como la bóveda de la Capilla Sixtina que decoró Miguel Ángel o los techos de las cuevas de Altamira que son calificados cómo la «Capilla Sixtina» del arte rupestre.

Nosotros también podemos hacer historia, adaptemos los techos a las necesidades de los pacientes, hagamos historia humanizando los techos de las UCI.

Saludos;

Mónica Ferrero