“Curar a veces, aliviar con frecuencia, consolar siempre”. 
 
En 1880, dos clínicos franceses, Bernard y Gubler acuñaron esta frase. Para los profesionales sanitarios que trabajamos atendiendo al enfermo con enfermedad avanzada, está muy presente en nuestro día a día. 
 
En la Universidad, por lo menos hace unos años, no se contemplaba la posibilidad de “sólo” aliviar la enfermedad. Se trata de estar y acompañar a los pacientes y familias que tienen el desconsuelo de un proceso oncológico o no oncológico sin curación. Tiene en cuenta no sólo aspectos físicos, sino psicológicos, sociales y espirituales. El abordaje integral del paciente y su familia es básico en confort y bienestar. Son más efectivos cuando se prestan desde equipos interdisciplinares especializados (médicos, psicólogos, enfermeras y trabajadores sociales, principalmente), aunque deben aplicarse por parte de cualquier profesional sanitario cuando la persona a la que atiende se encuentra en situación terminal, sin posibilidad de tratamiento activo.El pasado 11 de octubre, se celebró el día mundial de los Cuidados Paliativos. Siempre se dice que deberían ser todos los días del año, pero es verdad que esta notoriedad hace que la sociedad se entere de la necesidad de la escasez de recursos, ante la amplia demanda sanitaria. Este año se ha intentado la difusión de estos datos en las redes sociales con el lema #maspaliativos14.

La Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) reclaman con motivo del Día Mundial la atención paliativa como la mejor forma de acabar con un “dolor evitable”.

Cada año, en España, más de 200.000 personas precisan cuidados paliativos en los meses previos a su fallecimiento por cáncer u otras enfermedades. De ellos, aproximadamente 100.000 necesitarán la intervención de completos equipos, especializados en la atención al final de la vida, ya que su situación puede ser compleja de forma esporádica o permanente. Está demostrado que la intervención de los equipos de cuidados paliativos es altamente eficaz en la reducción del dolor, la disnea, las náuseas, la ansiedad, la tristeza y otros síntomas relacionados con la enfermedad en fase avanzada.

Se calcula que menos de un 50% de los pacientes que requieren acceso a equipos de cuidados paliativos consiguen ser evaluados por uno de estos equipos. El acceso a estos recursos en patología no oncológica, jóvenes y niños es aún más difícil.

Desde el punto de vista de la cobertura universal que se reclama este año con motivo del Día Mundial, España dispone actualmente de unas 425 unidades de cuidados paliativos, frente a las 750 que harían falta para dar una prestación del cien por cien de paliativos en España.


Todos los que atendemos pacientes con enfermedad avanzada, aprendemos a acompañar y consolar. Esto permite aliviar el sufrimiento de los pacientes y familias; y a nosotros como profesionales a crecer y madurar todos los días. Es una experiencia única.

Diego Ruiz López.
Médico del Equipo de Soporte de Atención Paliativa Domiciliaria Legazpi. Madrid.