Hola a tod@s, mis queridos amigos.
Al hilo del post de la semana pasada Subiendo el volumen: Música en la UCI, Guillaume Decormeille, enfermero en Toulouse, quiere compartir con nosotros una experiencia preciosa que están desarrollando en su UCI.
Desde España, Proyecto HU-CI os agradece profundamente el habernos enviado vuestra experiencia. Enhorabuena y adelante.
” En la nueva UCI del Centro Hospitalario Universitario de Toulouse – Rangueil, la concepción arquitectural permite exteriorizar todas la alarmas de las habitaciones. Cada habitación es mínimo de 20 m2, cumple la normativa de la OMS de 40 dB la noche y 55dB durante el día. El ruido ambiental del servicio es entre 50 y 65 dB.
A parte de los estudios sobre el impacto del ruido o del silencio sobre los pacientes, la familia, y la gestión de las alarmas (una alarma bien calibrada es un paciente seguro y eso traduce un criterio de calidad), un proyecto entre la región y la agencia de salud ha permitido financiar  dos violinistas que vienen tocar una vez al mes (por el momento) en la habitación de los pacientes que quieran. 

 

Esos violinistas no tocan canciones conocidas o un temazo clásico, tocan a los sentidos de los pacientes e improvisan. Entre ellos no hablan, sólo se escuchan y tocan juntos. Tocan entre 10 y 15 min por paciente, solamente a los que quieren o les preguntan a las familias si le gustaría que tocaran cuando la persona enferma esta inconsciente.
De momento no hemos medido científicamente los parámetros vitales del pacientes. Pero observándolo en directo y a las 3 horas después, el nivel de la frecuencia cardiaca, de la tensión y el consumo de los hipnóticos o analgésicos mejora de forma notable.
Por otro lado, a veces a los enfermeros no les agrada demasiado. Como la música se improvisa totalmente, puede parecer un poco desagradable para algunos de mis compañeros.
Antes entrabas en la unidad  y todo era mucho ruido, estrés, gente corriendo… Y con ellos es todo el contrario: hay una atmósfera tranquila y cuando oyes a los violinistas, aunque estén lejos, eso da otra cara, otra imagen de un servicio crítico donde los pacientes y las familias pasan juntos una etapa de su vida crucial.
Estos actos nuevos humanizan claramente nuestras unidades. Además, los profesionales trabajamos en otras condiciones: baja el estrés y favorece el bien estar de todo el equipo.
Un gran proyecto con un pequeño acto pero una gran avance para los pacientes y cuidados críticos.”
Como nos muestra Guillaume…Simplemente: se puede.
Feliz Miércoles,
Gabi