¿Y de lo primero?. Desde Proyecto HU-CI, vemos una opción de mejora que debe ir guiada por la investigación. Muchos de nuestros objetivos son cualitativos, así que habrá que pensar la manera de cuantificarlos para que esos resultados que esperamos también satisfagan los números de los gestores.
No es casual que en las últimas semanas estemos buscando psicólogos para integrarlos al equipo investigador, como tampoco lo es que ell@s mismos estén contactando de forma espontánea con nosotros para sumarse al cambio de paradigma. Y es que, el trabajo multidisciplinar a lo hackathon en medicina está aterrizando, como nos enseñaba Avances en Gestión Clínica hace nada.
En cualquier caso, no os creáis que inventamos la rueda. Nos lo recordaba la semana pasada De Tots Els Colors compartiendo un discurso de 1931 del Dr. Edward Bach sobre cómo sería para él el hospital del futuro, y no andaba muy desencaminado:
“Será un santuario de paz, esperanza y alegría. Sin prisas ni ruidos, enteramente libre de todos los terribles aparatos y artefactos de hoy, del olor a los antisépticos y anestesias, libre de toda cosa que sugiera enfermedad y sufrimiento.
… El paciente buscará ese refugio, no sólo para aliviar su enfermedad, sino también para desarrollar el deseo de vivir mucho más en armonía con los dictados de su alma de lo que ha hecho hasta ahora.
El médico del mañana sabrá que él, por si mismo, no tiene el poder de curar, pero que si dedica su vida al servicio de sus semejantes, a estudiar la naturaleza humana para poder, en parte, comprender su sentido; si desea, con todo su corazón, aliviar el sufrimiento, y renuncia a todo para ayudar al enfermo, luego puede utilizar su conocimiento para guiarlo, y el poder de curación para aliviar sus dolores. E incluso entonces, su poder y habilidad para ayudarlo crecerá en proporción a la intensidad de su deseo y de su disponibilidad para servir.
No tendrá interés en la patología o en la anatomía mórbida, pues su estudio será de la salud.
Deberá ser capaz, a partir de la vida e historia del paciente, de comprender el conflicto causante de la enfermedad o desarmonía entre el cuerpo y el alma, y así dar el consejo y el tratamiento necesarios para el alivio del sufrimiento.
El tratamiento del mañana despertará esencialmente cuatro cualidades del paciente:
Primero, PAZ; segundo, ESPERANZA; tercero, ALEGRÍA; y cuarto, CONFIANZA.”
¡Ooh! ¡Que bonito post tan positivo! Cuánta energía.
Estoy segura de que con el esfuerzo de todos es un objetivo alcanzable.
Gracias por este juernes-post.
Felicitaciones Gabi!
En primer lugar, lo que podemos hacer es hacer consciente la realidad que vivimos cada un@ ( nuestra propia realidad), que creo somo cada vez más y estamos más unid@s ,y hacer una introspección de nuestro Ser para saber qué queremos con esa realidad explorada.
En segundo lugar, podemos darnos permiso para soñar. Soñar con la UCI, con el Quirófano, con el Hospital, con el CAP… que queremos y teniendo en cuenta las tres figuras que entran en juego y como protagonistas; la persona enferma, la familia y el personal sanitario.
Y en tercer lugar, aprender a escuchar el diálogo entre nuestro corazón y nuestra mente como para saber atender a cada cuál cuando toca. Pongamos con amor y alegría la acción que nos proporciona la emoción de nuestro corazón en la planificación que definamos.
Gracias por compartir!