Tras hacer un balance de 2019 sobre cómo ha evolucionado la arquitectura e infraestructura humanizada, mi respuesta a este ejercicio cada año es más positiva. Poco a poco se va viendo que la arquitectura humanizada no es una moda y cada año son más los proyectos que lo demuestran.

Hay que precisar que es una línea en la que los avances y desarrollos son lentos: hay que hacer un trabajo previo de investigación, diseñar el proyecto, desarrollarlo y ejecutarlo. Este proceso puede llevar años como verás más adelante.

Pero los hechos hablan por sí solos. La arquitectura e infraestructura humanizada empieza a ser muy potente: cada vez son más numerosos los nuevos proyectos que plantean la humanización desde su concepción. Se va normalizando cada vez más en los estudios de arquitectura e ingeniería y en las gerencias; el personal sanitario lo demanda continuamente y las empresas desarrollan sus productos y materiales adecuándolos a la humanización.

Hoy quiero hablarte sobre un proyecto muy especial: la reforma del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Probablemente conozcas este Hospital, todo un icono de la Sanidad Pública de Madrid. La Paz se inauguró en 1964 y se diseñó para las necesidades y población de los años 60. Después de 55 años, ha llegado la hora de adaptarlo a la sociedad actual y sus nuevas necesidades.

Para llevar a cabo la reforma se planteó un concurso. A finales de noviembre se dio a conocer el proyecto ganador para asumir la reforma: “Campo de Retamas” es cómo se llama el proyecto ganador planteado por Mapa Arquitectos Consultores SLPBurgos y Garrido Arquitectos. Este equipo tendrá siete meses para presentar el diseño definitivo de una obra que durará 12 años y cuenta con un presupuesto de 505 millones de euros.

“Está planeado para ser funcional y asumir una vida útil larga, ya que puede transformarse a lo largo del tiempo. Es una enorme infraestructura sanitaria, pero hemos querido poner a las personas en el centro”, afirma Francisco Burgos, unos de los arquitectos del proyecto.

Se está produciendo un cambio de paradigma en la arquitectura hospitalaria y la tendencia es diseñar edificios que sean versátiles, que se puedan ir transformado según las necesidades técnicas y de la sociedad. Este sistema permitirá que los edificios queden obsoletos mucho más tarde, por lo que se alargará la vida útil, se optimizarán más y mejor los recursos y se amortizará antes la inversión.

Por otro lado Burgos afirma que quieren poner a las personas en el centro, algo fundamental a la hora de crear espacios humanizados. Para ello han tenido en cuenta la opinión del personal de la Paz: han reunido a unos 700 profesionales que han dividido en 12 grupos de trabajo. De esta forma se ha recopilado una información fundamental para poder dar solución a las necesidades que plantean quienes mejor conocen el día a día en este centro.

 

Esta reforma que durará 12 años se va a ir realizando por partes, para no interferir en el funcionamiento del Hospital ya que se va a derribar todo el centro excepto la torre de maternidad. Actualmente las instalaciones se reparten en 17 edificios y tras la reforma se reducirán a dos edificios que incluirán patios interiores con jardines, zonas de descanso y zonas de juego.

La humanización de la arquitectura sanitaria comienza a ser natural en los procesos de diseño. Todas las partes implicadas son conscientes que mejora cualitativamente el proceso de curación, el acompañamiento de los pacientes y del trabajo del día a día por parte del personal.

Espero que en 2020 se invierta en reformar muchos más espacios obsoletos, el resto llegará solo. La arquitectura humanizada ha llegado para quedarse.

Por Mónica Ferrero