Más del 30 por ciento de pacientes que sobreviven a un episodio de enfermedad crítica presenta alteraciones cerebrales que van más allá de las propias de la enfermedad que ha provocado su ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Como resultado de esta disfunción cerebral, los pacientes presentan alteraciones cognitivas a largo plazo que dificultan el retorno a la vida diaria, suponen un incremento de los costes humanos y económicos asociados a su tratamiento, y tienen un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes y sus familiares.

De la necesidad de reducir la morbilidad neurocognitiva en los supervivientes de enfermedades críticas, el Hospital Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) ha impulsado un proyecto de realidad virtual para aplicar una intervención de estimulación neurocognitiva en pacientes ingresados en la UCI con riesgo de desarrollar alteraciones cognitivas durante su ingreso. El proyecto, liderado por el Dr. Lluís Blanch (director de investigación e innovación de la Fundación Parc Taulí), ha sido desarrollado por dos neuropsicólogos expertos en rehabilitación cognitiva (Marc Turon y Sol Fernández), además de contar con el apoyo de un equipo multidisciplinar de profesionales de enfermería de cuidados intensivos (Gemma Gomà), médicos especialistas en medicina intensiva e ingenieros especializados en monitorización de señales biomédicas.

La plataforma de estimulación neurocognitiva, que ha recibido el apoyo del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y de la Fundación para la Innovación y la Prospectiva en Salud en España (FIPSE), utiliza una estimulación cognitiva muy similar a la que tradicionalmente se aplica a los pacientes que han sufrido traumatismos craneales, ictus y enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, la plataforma ENRIC (de las siglas en inglés Early Neurocognitive Rehabilitation in Intensive Care) se adapta a las características del paciente crítico, especialmente en aquellos casos con movilidad reducida e imposibilidad de comunicación verbal debido a la ventilación mecánica.

La plataforma utiliza la realidad virtual para transportar al paciente a escenarios relajantes –una playa o un bosque, por ejemplo- acompañado en todo momento por un avatar virtual que ayuda al paciente a realizar una serie de ejercicios cognitivos con diferentes grados de dificultad, adaptados al estado del paciente crítico, desde que despierta de la sedación hasta que recibe el alta de la UCI. El sistema cuenta además con un dispositivo Kinect® de Microsoft© (Redmond, Washington, USA), que permite capturar el movimiento del usuario y reconocer sus gestos, de manera que el paciente puede interaccionar con el sistema directamente desde la cama, sin necesidad de utilizar ningún dispositivo físico y reduciendo así la probabilidad de infecciones cruzadas.

A pesar de que las consecuencias de las alteraciones cognitivas pueden resultar devastadoras para los pacientes que las sufren, la rehabilitación y posterior tratamiento raramente tiene lugar después del ingreso en la UCI. Por este motivo, las intervenciones preventivas durante la hospitalización resultan especialmente necesarias.

La realidad virtual y otras nuevas soluciones tecnológicas parecen idóneas para proporcionar a los profesionales sanitarios herramientas que permitan las intervenciones de estimulación cognitiva de una manera segura, viable y de fácil aplicación, y ayuden a reducir las barreras para que este tipo de intervenciones se implementen en la práctica clínica habitual.

Los beneficios potenciales de este tipo de intervenciones durante las primeras etapas de la enfermedad crítica podrían incluir la disminución de la incidencia y duración de los episodios de síndrome confusional, la reducción de la estancia en la UCI y consecuentemente una reducción de los costes hospitalarios, además de la mejora de la función cognitiva y la calidad de vida de los pacientes tras el alta.

El proyecto, que ha sido descrito como una “investigación responsable que obedece a problemas reales de los pacientes”, ha recibido una financiación de 400.000 euros por parte de FIPSE, La Marató de TV3, del Instituto Carlos III de Madrid y de la Fundació Parc Taulí de Sabadell.

Desde Proyecto HU-CI, ¡nuestra enhorabuena a todo el equipo investigador que hace posible esta maravillosa iniciativa!.

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