Acaba de ser publicado en la revista Intensive Care Medicine el artículo “Mental illness after admission to an intensive care unit” . En este estudio llevado a cabo en Ontario (Canadá) se evalúan durante 10 años (2005-2015) todos los pacientes adultos ingresados en las UCI de la provincia, utilizando los datos de atención médica y demográfica que brinda el Institute of Clinical Evaluative Sciences (ICES).

El objetivo del estudio fue determinar el impacto de la exposición a la UCI en el riesgo de desarrollar una nueva enfermedad mental, por lo que se excluyeron pacientes con diagnóstico de enfermedad mental o demencia en el año anterior a la hospitalización, y los pacientes que presentaban afecciones que se sabe aumentan el riesgo posterior de enfermedad mental (lesión cerebral traumática, cirugía cardíaca, accidente cerebrovascular, paro cardíaco y embarazo). El resultado primario fue el diagnóstico de una enfermedad mental durante 1 año de seguimiento después del alta hospitalaria.

Se estudiaron los pacientes que estuvieron ingresados más de 48 horas en UCI y se compararon con aquellos que tuvieron similares patologías pero que no requirieron ingreso en UCI. Para que la comparación fuese fiable se restringió la cohorte a individuos con 6 diagnósticos que pueden conducir a la hospitalización con o sin ingreso en UCI (neumonía, asma, insuficiencia cardíaca congestiva, EPOC, sepsis y sepsis grave).

Durante estos 10 años, 1.847.462 pacientes sobrevivieron a la hospitalización, de los cuales 121.101 estuvieron ingresados en la UCI durante ≥ 48 h. Los pacientes de la UCI tuvieron una tasa más elevada de nuevo diagnóstico de enfermedad mental en el año posterior al alta en comparación con los pacientes hospitalizados (17 vs. 15%, con una razón de riesgo ajustada (aHR) 1.08, IC 95% 1.07–1.10). En los análisis restringidos a los 6 diagnósticos especificados previamente, un mayor riesgo asociado al ingreso en UCI solo fue significativo para los pacientes con neumonía. Entre los sobrevivientes de la UCI, la exposición a ventilación mecánica (aHR: 1.08; IC del 95%: 1.05 a 1.12) o estancias más prolongadas en UCI (aHR: 1.004 por día; IC del 95%: 1.003 a 1.005) aumentaron el riesgo de un nuevo diagnóstico de enfermedad mental.

Independientemente de las limitaciones del estudio, detalladas pormenorizadamente en el artículo, estos resultados nos hacen reflexionar sobre unas secuelas que sufren muchos de los pacientes que pasan por la UCI: las psicológicas y/o psiquiátricas (ansiedad, depresión y hasta síndrome de estrés postraumático). Estas secuelas forman parte de la triada que conforma clásicamente el síndrome post cuidados intensivos (SPCI/PICS, por sus siglas en inglés): físicas, cognitivas y mentales.

Es muy probable que sean las secuelas psicológicas/psiquiátricas las más difíciles de detectar en el entorno de la UCI ¿Cómo no va estar ansioso o deprimido un paciente que lleva días ingresado en un habitáculo cerrado, invadido de dispositivos, con el movimiento y la comunicación restringida? Lo catalogamos como algo claramente “reactivo” y pensamos que estas alteraciones desaparecerán una vez salga el paciente de la UCI y recupere su “vida normal”. Pero a la luz de este artículo está claro que no es así. Un 17% de los pacientes dados de alta de la UCI, durante el año siguiente, son diagnosticados de enfermedad mental nueva. Y un 17% no es una cifra desdeñable (tampoco el 15% de los pacientes hospitalizados en planta lo es).

Debemos prestar más atención a estas secuelas, que condicionan gravemente la vida de los pacientes, y que solemos subestimar o desconocer. Debemos hacer esfuerzos en su prevención, en su diagnóstico precoz, en su tratamiento y en su seguimiento una vez que ya el paciente ha salido del hospital, para brindarle las ayudas adecuadas. Estas tareas están tomando protagonismo durante los últimos años con el conocimiento y atención al SPCI, pero es mucho el trabajo por hacer.

Dentro de unos días, el 27 de noviembre, celebraremos en el Hospital Universitario de Fuenlabrada la II Jornada Nacional sobre el Síndrome Postcuidados Intensivos (#2JPICS), con la reunión el día previo de los participantes en el Grupo Ítaca (Grupo colaborativo para la prevención y seguimiento de los pacientes con Síndrome Post Cuidados Intensivos en España y Latinoamérica). En esos días, de la mano de expertos en las diferentes áreas que conforman este síndrome, profundizaremos, aprenderemos y pondremos en común el conocimiento actual y las novedades. Y, por encima de todo, sumaremos esfuerzos para atender mejor a los pacientes críticos, tanto dentro como fuera de la UCI. Porque ¡juntos sumamos más!.

No dejéis pasar esta oportunidad ¡Os esperamos!

Por Ángela Alonso