Una mañana en la que el médico responsable habitual salía de guardia, me encargó que le solicitara el consentimiento informado para realizarle la traqueotomía percutánea al día siguiente. Así pues, a la hora de la visita me dirijo a su esposa, una mujer mayor sentada al lado del paciente que le está cogiendo su hinchada mano.
– Buenos días, me gustaría solicitarle autorización para realizarle a su esposo una traqueotomía para facilitar la desconexión del respirador, le voy a explicar que esta técnica…
Se levanta con dificultad de la silla y con ojos llorosos me dice: “Doctor, estoy muy contenta por todo lo que están haciendo por mi marido, son ustedes excelentes profesionales y personas, pero como veo que usted ya tiene unos años de experiencia me atrevo a decirle: NO, no dejaré que le hagan más cosas a mi marido, no más agujeros ni más máquinas.
Le explico: vivíamos desde hace 55 años bien casados en la masía alejada del pueblo con nuestros hijos y nuestras tareas habituales. Mis hijos marcharon a la ciudad y hace tres años mi marido sufrió un ictus y quedó paralítico del lado derecho. Yo misma le he cuidado todo este tiempo en que hemos podido querernos y reconocernos el uno al otro.
Sé que la medicina está muy avanzada y cada vez que me han propuesto un tratamiento ha sido en base a unos criterios científicos que yo no entiendo muy bien, por lo que he autorizado todo, pero ahora sinceramente le he visto a usted mayor y con aspecto de tener unos padres en la misma situación y he aprovechado para decirle que NO voy a permitir que le hagan más cosas a mi marido y le pido a Dios que deje de sufrir”.
Y al final en el plan de tratamiento debería constar siempre hasta dónde vamos a llegar con nuestras técnicas, si se van a realizar maniobras de resucitación o no, si manifestaron intención de donar órganos, y lo más importante, si hemos hablado y consensuado estas decisiones con el equipo y la familia.
Deberíamos “humanizar” la nota de ingreso del paciente crítico valorando aquellos aspectos de la vida del paciente y sus voluntades, de tal forma que las decisiones clínicas, técnicas y científicas del equipo de profesionales responsables, estuvieran siempre alineadas con las decisiones de vida del paciente y sus familiares.
Servicio de Medicina Intensiva
Hospital Universitari de Girona Doctor Josep Trueta Jsirvent.girona.ics@gencat.cat
Excelente propuesta, por otro lado básica, imprescindible para iniciar una relación con el/la paciente y su entorno basada no solo en la técnica sino en la co-laboración con un mismo objetivo.
Me ha encantado este post! En eso se basa la humanización, en darle historia a la persona que está bajo nuestro cuidado! Y lo difícil que resulta a veces decir NO! Gracias por hacerlo visible!
Sí. Sería ideal que se recopilasen datos biográficos pertinentes del paciente ( donde va implícito el entorno familiar.. ), en la nota de ingreso, y según va evolucionando la situación clínica. Puede ser clave para prevenir o ya tratar con acierto el delirio y otros cuadros psicoafectivos frecuentes y propios del paciente crítico, sobre todo en UCI. Además de básico para la toma de decisiones q conllevan conflicto ético.
Gracias por dar buena visibilidad a este hecho.
Muy necesario…desde luego que ya lo dijo Ortega y Gasset,que "Yo soy yo y mi circunstancia'"
Buenas tardes a tod@s
“NO voy a permitir que le hagan más cosas a mi marido y le pido a Dios que deje de sufrir".
En “Critón”, Platon expone las razones por las cuales Sócrates, pudiendo escapar de la muerte, decide acatarla con honor y dignidad, siendo consecuente con su vida y anteponiendo su muerte a todas las “evidencias” contrapuestas. Se puede hacer, de esta actitud, varias lecturas que van desde un claro ejercicio de autonomía, rechazo de tratamiento e incluso en clave de suicidio asistido (procuro mi muerte en ausencia de auxilio).
La Planificación Anticipada de Decisiones debe, en efecto, venir a ocupar ese ENTORNO FAMILIAR Y VOLUNTADES que propones Josep-María. Pero es una ardua empresa, en la que el primer paso lo da la realización de una atenta escucha en la consulta de primaria. Médico, paciente y entorno familiar DEFINEN líneas de actuación, por nimias que parezcan, ante situaciones que les PREOCUPEN a los pacientes y sus allegados (y solo a ellos), quedando plasmada en la historia clínica, a todos los efectos fieles relatos de una auténtica realidad.
En la exposición de motivos de nuestra ley andaluza 2/2010, de 8 de abril, de Derechos y Garantías de la Dignidad de la Persona en el Proceso de la Muerte, se dice: “El derecho a una vida humana digna no se puede truncar con una muerte indigna. El ordenamiento jurídico está, por tanto, llamado también a concretar y proteger este ideal de la muerte digna”.
A Dios gracias, ya existen muchas legislaciones autonómicas que, como la andaluza, lo contemplan. Bien estaría un “state of art” al respecto.
Gracias.
Félix José Martín Gallardo.
swx20088@gmail.com
….y permíteme que complete la frase de Ortega "….siempre que mi circunstancia me permita ser YO".
Gracias de nuevo.