Suena el busca. Las 03h48´.
“Perdona Félix, soy Bea, te llamo desde observación de Urgencias. El 061 acaba de traer a un paciente de 73 años con dolor precordial y con ECG sin cambios respecto al que se hizo hace un mes. Es cardiópata isquémico diagnosticado hace 8 años, tiene disnea a moderados esfuerzos, cumple con la medicación y aunque presenta frecuentes dolores precordiales tanto en reposo como con esfuerzo, el de esta noche ha sido mas fuerte y prolongado. COMENZÓ SOBRE LAS 00h, CUANDO SE DISPONÍA A ACOSTAR A SU ESPOSA, DE LA QUE CUIDA, POR NO TENER NI HIJOS NI ASISTENCIA. El 061 refiere que hasta que no la ha acostado no ha querido venir al hospital”.
Pregunto en que situación está ahora. “Muy discreta molestia, otro ECG sin cambios, y MUY PREOCUPADO PORQUE HA DEJADO A SU MUJER SOLA”. Indico que inicie terapia antianginosa y curse analítica de marcadores y me avise cuando esté.
Las 4h38´. Suena el teléfono. “Hola Félix, soy Bea, troponina en 3,56 y CK 331”.
“Buenas noches señor. Me llamo Félix Martín. Soy médico de la UCI. Cuénteme que le ha pasado”. Tras describrirme lo arriba referido añade: “Yo ya estoy bien y me quiero ir. Mi mujer está sola y no tengo con quién dejarla”. Le explico su situación y la conveniencia de quedarse para tratarlo y hacer estudio hemodinámico. “No. Me voy. Mi mujer está sola y tengo que estar con ella. No he faltado de su lado en 54 años y ahora me necesita mas que nunca”. Le pido que al menos me deje un tiempo para iniciar terapia y para que a las 8h pueda contactar con servicios sociales para hacer llegar al domicilio a alguien que pueda estar con su mujer. No está muy convencido, reaparece la molestia precordial, se agita anímicamente, rompe a llorar. “Deme hasta las 8h y si no he resuelto la compañía a su mujer, le daré el alta con la prescripción precisa”. Asiente con desgana.
Se logra que alguien vaya al domicilio, se le informa y acepta quedarse para procedimiento angiográfico. El informe angiográfico es determinante: requiere cirugía. Se le da a saber que la afectación es muy importante y su solución quirúrgica. “Mire doctor, yo voy a estar con mi mujer el tiempo que Dios quiera, pensamos irnos a una residencia y hemos acordado que el primero que llegue no tardará en esperar al otro.”
Fue dado de alta a domicilio al día siguiente. Muchas veces, menos es más.
Félix José Martín Gallardo (swx20088@gmail.com)
Médico Intensivista.
Unidad de Gestión Clínica de Cuidados Críticos y Urgencias
Hospital de la Serranía en Ronda, Málaga.
Desgarrador y duro… Pero sin embargo realidad en nuestro día a día. Ojalá poco a poco seamos más humanos..
Gracias Félix.
Gracias Laura. Tus letras me son muy valiosas.
No tengo el gusto de conocerte físicamente, pero si puedo conocer algo de tu interior.
Logras percibir que esta persona antepone, en su vulnerable situación, un valor que otros pueden suponer de menor rango y que está dispuesto a defender y mantener como lleva haciendo prácticamente toda su vida: estar con el ser amado. Y lo desea porque constituye su vida y sin la persona amada, su vida pierde su contenido y no estará dispuesto a permanecer en su vida con un continente vacío. Oscar Wilde decía que la vida no es para escribirla; es para vivirla. Dejémosla vivir con la racionalidad que nos da nuestra categoría de humanos.
El SENTIDO que para cada persona tiene su vida..,en una circunstancia o en una encrucijada, es único y le pertenece. A este hombre le fue respetado. No se le arrebató.
GRACIAS..
Una situación desgarradora pero el amor y el cariño por encima de todo,
MUCHAS GRACIAS FELIX, historias así nos pone los pelos como escarpias.