Recuperar la vida es algo más que no perderla.

En otras ocasiones hemos manifestado que la HUCI no acaba cuando el paciente sale de las paredes físicas de la UCI; también debemos seguirle y atenderle fuera de ella. Un considerable número de enfermos que pasan por nuestras unidades padecen el “Síndrome post-cuidados intensivos” (PICS, en sus siglas en inglés), que les “devuelve” a la sociedad con secuelas de índole física, cognitiva, psicológica o social (solas o en combinación), que les impiden o dificultan recuperar su vida normal. También los familiares de los pacientes críticos pueden sufrir similares secuelas psicológicas, a veces más difíciles de reconocer y, por tanto, de prevenir y paliar (PICS-F). Y si ampliamos más el círculo, también nosotros, los profesionales de UCI, estamos sometidos a un elevado nivel de estrés y carga emocional en nuestro trabajo diario que, junto con otros factores, nos puede abocar al desgaste profesional.

En el Servicio de Medicina Intensiva del Hospital de Fuenlabrada, dentro del Proyecto InnovaHUCI (PrevencIón, diagNóstico y tratamieNto del síndrome pOstcuidados intensiVos en el Hospital Universitario de FuenlabradA), entendimos que si queríamos realizar un abordaje completo del PICS teníamos también que tratar de una forma completa estas secuelas. Y es así como, siguiendo las experiencias que se están llevando a cabo en otros países, surgió la idea de iniciar grupos de apoyo para pacientes que habían estado ingresados en la UCI y sus familiares. En noviembre comenzamos con el grupo de expacientes, y desde entonces hemos venido reuniéndonos con una cadencia mensual. Son unos primeros pasos prometedores, valorados muy positivamente por las personas que están participando. En la actualidad, gracias a la implicación del Hospital de Fuenlabrada, contamos con la psicóloga de Proyecto HUCI
para el acompañamiento de estos grupos.

Los grupos de apoyo son una realidad fuera de nuestras fronteras. El primer número de este año de la revista Critical Care Medicine, desde su editorial, (“Addressing the Consequences of Our Success”)1, invita a direccionar las consecuencias de los éxitos clínicos que se consiguen hoy en las UCI actuando sobre esas alteraciones físicas, cognitivas, psicológicas y sociales que pueden afectar a pacientes y familiares tras el paso por una UCI. En el mismo número, McPeake et al.2, revisan los diferentes modelos de Grupos de Soporte o Apoyo que se están realizando en EEUU, Reino Unido y Australia con esa finalidad. Es un orgullo poder decir que en España comenzamos también este camino.

¿Qué son los Grupos de Apoyo (o de soporte) para Expacientes de UCI y Familiares?

Se trata de una reunión de personas que comparten algún tipo de vivencia, en este caso, ese paso por la UCI. Además de esas personas, hay un psicólogo facilitador de las dinámicas grupales, y en algunos modelos (como el que realizamos en el Hospital de Fuenlabrada), también algún profesional sanitario del equipo de la UCI. Se trata de reuniones en las que se comparte y aprende de iguales (como en los Grupos de Auto-ayuda), pero además se recibe soporte e información de los facilitadores (sin ser una actividad formativa ni un Grupo de Psicoterapia). La selección de los participantes la realiza la Consulta post-UCI del hospital.

Este tipo de actividad ha demostrado su eficacia para la contención emocional de pacientes y familiares, permiten el reconocimiento en el otro de los propios mecanismos psicológicos, suponen la adquisición de nuevas competencias de afrontamiento (tanto por el aprendizaje entre iguales como por las aportaciones del facilitador), y facilitan la “digestión emocional” de la experiencia pasada y presente. Son además una excelente herramienta preventiva y de detección temprana de posibles complicaciones en la salud mental de sus integrantes. Si participan profesionales de UCI, éstos pueden adquirir un conocimiento que va más allá de lo científico-técnico, despertando a través de la escucha de los relatos y la empatía, una actitud compasiva que enriquecerá enormemente su desempeño profesional.

En el Hospital de Fuenlabrada, además planteamos también Grupos para Profesionales, que permitirán el análisis e integración de situaciones concretas de elevada dificultad emocional, la ventilación emocional ante las mismas, la administración de un tiempo de auto-cuidado, la adquisición de competencias emocionales y nuevas herramientas de afrontamiento saludable, factores todos ellos claves en la prevención de riesgos psicosociales como el desgaste profesional o la fatiga por compasión, entre otros.

En la última reunión del Grupo de Expacientes de UCI, una persona verbalizó: “para mí ha sido una experiencia traumática que me ha conectado con la humanidad de las personas”. Los demás participantes asintieron con la cabeza, y los dos profesionales que acompañábamos al grupo percibimos que esto tiene sentido… juntos estamos abriéndole la puerta a la resiliencia.

 Por Ángela Alonso, María Ángeles de la Torre, Carlos Velayos y Macarena Gálvez.

Referencias

  1. Harvey MA, Davidson JE. Addressing the Consequences of Our Success. Crit Care Med. 2019 Jan;47(1):146-147.
  2. McPeake J, et al. Models of Peer Support to Remediate Post-Intensive Care Syndrome: A Report Developed by the Society of Critical Care Medicine Thrive International Peer Support Collaborative. Crit Care Med. 2019 Jan;47(1):e21-e27.