Conocí físicamente a Raquel el 25 de Noviembre de 2015 en el hospital donde me formé como médico, el “Piramidón”. Me habían invitado a participar en una mesa de Humanización del proceso de donación y trasplante, donde  Raquel moderaba como presidenta en aquellos tiempos de la Asociación Pulmón Madrid.

Ya sabía de ella, y había escrito algo en este blog. Unos meses antes me llegó la alucinante información de “Desde la habitación E008”, una obra de teatro escrita por ella y dirigida por Maijo Pazos que contaba la historia de una persona trasplantada bipulmonar. Una paciente que quería darle la vuelta al calcetín desgraciado en que la fibrosis pulmonar había convertido su vida y compartir el aire, el dolor, la lucha y la donación como  una historia de supervivencia.

Era sobre todo, un canto a la vida: “Un viaje lleno de esperanza , humor y sensaciones que sirve como reflexión vitalista. Porque la vida se abre paso en cualquier situación mostrando un maravilloso camino que en otra circunstancia quizás no se habría emprendido”.

Raquel es de esas personas que siempre te lia, y tras la jornada me regaló un libro de poemas y me dijo entre risas que nos volveríamos a ver.

Creo que como todos los que hemos tenido la suerte de compartir con ella espacio y tiempo en esta vida, sentí un flechazo instantáneo. Su risa, su sinceridad, su sencillez, y sus ganas de comerse la vida a bocados y de transformar la realidad me cautivaron aquella fría tarde de noviembre.

– “Raquel, que sepas que te sacaré a bailar”- le dije, devolviéndola su sonrisa.

– “Contigo bailaré siempre. Hay muchas cosas que cambiar y tenemos que hacerlo juntos”- respondió con el alma a través de su mirada achinada.

Y aquella tarde comenzó nuestro baile.

Sonó la música en Barcelona, en las #2JHUCI. Si no habéis visto el resumen de aquellas jornadas, creo que hasta la fecha es el mejor documental que tiene Proyecto HU-CI. Una historia contada en primera persona sobre cómo rediseñar el sistema sanitario escuchando la voz de los protagonistas. La voz de Raquel Nieto.

Fuimos después a Valencia a continuar el baile, a Salud On Me; también a la Facultad de Medicina de Valladolid, las Jornadas Al otro lado del Pijama de 2016…y hasta salimos juntos en Madrid Contigo, de Telemadrid.

Recuerdo con cierto grado de cachondeo (los dos somos muy gamberros) la jornada de expertos sobre la prevención de la infección relacionada por catéter en Madrid. Había más de 100 personas de reconocido prestigio nacional e internacional y montamos una entrevista improvisada en la que le iba preguntando cosas sobre sus 99 días de UCI.

– “¿A alguno de ustedes le han canalizado alguna vez un cateter venoso central?”- Pregunté para abrir la entrevista.

Solo otra persona al fondo de la sala tímidamente al fondo, y lógicamente, Raquel.

– “A mi unos 18 o 19, la verdad es que perdí la cuenta” – Y se hizo un silencio en la sala.

– Entonces…”¿me podrían decir quién es la verdadera experta?” – Y como hipnotizados por esa Raquel magnética que todos conocemos, su participación fue lo más destacado de aquella mañana.

A la vez que bailábamos, ella escribía pues es su pasión. Le ofrecí un espacio para que siguiera enseñándonos, y colaboró en varios artículos con Proyecto HU-CI:

Y como le iba la marcha, colaboró con nosotros en el Plan de Humanización de las UCI de la Comunidad de Madrid aportando la visión del experto y por supuesto, en el Manual de Buenas Prácticas de Humanización de Proyecto HU-CI. En 2019, Televisión Española le dedicó un capítulo de “El Viaje de un órgano”. El mismo viaje que le llevó a estar estos dos últimos años en diálisis, pendiente de un trasplante renal. Miles de horas que coartaban su libertad, enganchada a una máquina y deseando, con mucha ilusión pero también con miedo, que llegara su momento y poder ser libre.

Nuestro último baile fue el pasado Noviembre en las #2JPICS del Hospital Universitario de Fuenlabrada. Una vez más, y mira que lo había hecho mil veces, fue maestra y un ser humano mayúsculo para la audiencia que llenaba el auditorio. Con esa normalidad, esa asertividad, y ese humor que tanto transmite. Nunca dejaba posibilidad a la más mínima duda: hay que humanizar la atención y centrarla en la dignidad de las personas. Y es una tarea de equipo: pacientes, familias y profesionales.

Sin preverlo, confluyeron en la mesa las experiencias de Raquel y José. Los maestros pusieron de manifiesto las diferencias tremendas entre la UCI y la HU-CI. Raquel no tenía miedo al trasplante, tenía miedo a volver a una UCI que no tuviera H.

El 7 de Enero de 2020 recibió su regalo postrero de Reyes y se trasplantó. Pero por desgracia, tras una travesía de un maldito mes en la UCI con múltiples complicaciones, esta tarde pasó al otro lado. Hasta para morirse hace falta suerte. Y se ha ido dando clase, como siempre ha hecho: maravillosa la lección de sabiduría y tranquilidad que enseñó a sus hijos, que tienen su mirada, su sonrisa, su sencillez y su valor y que a pesar de su juventud, han sabido despedirse de ella como quería, respetando su voluntad y ofreciéndose como donante.

Raquel, que es muy gamberra, no quiere lágrimas. Solo quiere que celebremos la vida y en su memoria así haremos en el #2CIHAS. Todos los miembros de Proyecto HU-CI agradecemos profundamente haberte conocido, y prometemos hacerte eterna y mantener tu legado vivo para siempre. Porque siempre has sido una heroína para todos.

Y en cuanto a mi…Solo desearte buen viaje, amiga.

Cuando sea mi turno, volveré a buscarte y te sacaré a bailar.

Te quiero,

Gabi