Por el momento y con pocas vistas a que cambie a corto plazo, la figura del terapeuta ocupacional sigue siendo la gran desconocida.  Para el conocimiento de todo el mundo, Terapia Ocupacional, es una profesión sanitaria, reglada y regulada por el Ministerio de Educación como grado universitario y equiparada a nivel europeo.

El terapeuta ocupacional (TO) tiene cabida en todas aquellas situaciones donde la función se vea afectada y que la rehabilitación pueda llevarse a cabo desde la ocupación.

En primer lugar, la rehabilitación de estas unidades se lleva a cabo teniendo en cuenta 3 factores: ambientales, físicos y cognitivos.

Si hablamos de los factores ambientales, como profesionales de la salud debemos tener conocimiento de los monitores, ventiladores, vías, catéteres, drenajes, estado global, medicaciones, y que a la hora de la rehabilitación debe ser importante como es el estado el paciente. Todo lo relacionado con el ambiente en la UCI es importante para una buena práctica de Terapia Ocupacional pero, sobre todo, en un primer lugar observamos. En el monitor cardíaco encontramos información actualizada: presión arterial, respiración, temperatura, saturación. La enfermera nos va a dar información más detallada (última revisión médica, últimas pruebas realizadas y nuevos diagnósticos y sobre todo, recomendaciones).

Sobre los factores físicos, existe evidencia sobre la movilización temprana y terapia ocupacional en la UCI. Los profesionales del equipo interdisciplinar tratan de evaluar la respuesta a estímulos multisensoriales del ambiente y su grado de participación en las actividades significativas y de vida diaria.

Tras una operación, la rehabilitación en UCI se produce de manera gradual, aumentado la intensidad día tras día y teniendo en cuenta las circunstancias, siguiendo las recomendaciones del equipo médico.

El objetivo primordial del TO el primer día, es levantarse de la cama y completar las transferencias, observando siempre el estado cognitivo del paciente.

Sobre los factores cognitivos, generalmente los pacientes, suelen sufrir estados de confusión o delirium. Pueden tener alucinaciones: están viendo, escuchando o sintiendo cosas que no existen. Estas, a menudo, son aterradoras para las familias y seres queridos. Los pacientes que sufren delirium están convencidos que lo que están viendo está ocurriendo. Esto ocasiona dificultades para recordar o entender información.

Si el paciente está sedado normalmente no es derivado a terapia ocupacional puesto no participan activamente en rehabilitación.

Los pacientes derivados a TO, son evaluados y tratados en base a su grado funcional y su estado cognitivo. Suelen estar muy agitados, desorientados. El terapeuta ocupacional utiliza técnicas y modifica el ambiente para elaborar tratamientos cognitivos. Se ha demostrado que la ocupación con actividades significativas es un medio para restablecer rutinas y patrones de cuidado personal y para estimular las habilidades cognitivas y perceptivas.

La función del terapeuta ocupacional es enfatizar la incorporación de actividades con propósito para el paciente.

Considerando las características del paciente, nuestro trabajo trata de orientar la rehabilitación a la autonomía temprana con las actividades significativas o de vida diaria; acompañar el proceso de rehabilitación desde los cuidados intensivos hasta el alta hospitalaria, asegurándose de que a la hora de abandonar el hospital es independiente y autónomo en las actividades e la vida diaria.

El TO, durante todo este proceso evalúa las destrezas cognitivas mediante programas  de estimulación de habilidades cognitivas especificas (atención, memoria, lenguaje, praxias) mediante apoyo visual. Evalúa mediante instrumentos estandarizados: MOCA, minimental, 4AT, CAM ICU.

Son estrategias que puede llevar a cabo el terapeuta:

  • Trabajar desde la  orientación a la realidad, modelado, incitación, estructuración del ambiente.
  • Evitar el deterioro de habilidades cognitivas en periodos prolongados y prevenir el delirium. Se puede trabajar sobre los sedantes, los patrones de sueño, la movilización y el dolor, por el gran peso que tienen sobre la aparición del delirium y porque son factores que podemos intentar modificar.

Para acabar, que el paciente prepare una taza de café o de té en la planta, es rehabilitación y es promoción de actividades de vida diaria.

Por Manuel Martín del Cañizo