“ Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: LA VOLUNTAD”. Albert Einstein

Escucho el agua fluyendo, el aire se convierte en brisa, las nubes van cambiando de forma y yo, tumbada, noto cómo late mi corazón y la sangre recorre mi cuerpo, puedo mover mis piernas para acomodarme y me abrigo. Empieza a refrescar. Siento que todo está en movimiento y que yo formo parte del todo. Y entonces, pienso en cada una de las personas que la vida ha llevado a estar en una UCI, inmóviles en la cama luchando por vivir. Y no hay brisa, no hay nubes y el agua se ha detenido, su vida se detiene. Somos un 70% de agua, y si el agua se estanca, se pudre.

Pero sé que hay personas maravillosas que han decidido entregar sus vidas a cuidar de los demás, olvidándose incluso de cuidar de ellos mismos y no van a permitir que el mundo de estos pacientes se pare mientras luchan por su vida, y que van a hacer todo lo posible para  que su agua fluya. Y otros, debemos ocuparnos de que los que cuidan puedan también moverse sin riesgos para hacer lo que mejor saben hacer: CUIDARNOS.

Todo está conectado, mi movimiento puede producir un movimiento en cadena que cambie vidas, que cambie el mundo….y así somos de importantes todos y cada uno de nosotros.

Si tan sólo el aleteo de una mariposa puede tener efectos al otro lado del mundo, entonces una letra, aunque todos dicen que es muda, puede cambiar la vida de muchas personas, y transformar una UCI en una HUCI. Nos convierte en los arquitectos de nuestro propio destino. ¡¡Y me encanta la idea!! Asi que yo me apunto a este movimiento, a esta bendita locura!!

Por Verónica Aguilera