Hola a tod@s, mis queridos amigos.
Vamos un paso al futuro, ya al próximo 2015. En la versión online first de Intensive Care Medicine, la revista de la ESICM, nos proponen el artículo que lleva por título el mismo que este post.
En un mundo donde cada vez prima más el concepto de equipo, la colaboración es fundamental para optimizar los cuidados y mejorar la situación y satisfacción de los profesionales del paciente crítico.
Los conflictos entre el personal de enfermería, los intensivistas y otros clínicos amenazan el concepto de equipo e influyen directamente en el bienestar del paciente y la familia, además de generar burn-out y mayor gasto sanitario. La toma de decisiones en nuestro ambiente se ve perjudicada por diferentes actitudes, percepciones, experiencia y responsabilidades.
Y estos conflictos son mucho más frecuentes de lo que creemos. La discusión entre enfermer@s y médic@s muchas veces radica en los cuidados al final de la vida, donde el personal de enfermería no se siente escuchado.
Los autores agrupan estos conflictos en 4 categorías:
1. Relacionales: dependen de la personalidad de los miembros del equipo.
2. Relativos a la manera de proceder, fundamentalmente debidos a la falta de comunicación, la ausencia de claridad en los objetivos comunes y de liderazgo.
3. Factores relativos a la organización.
4. Factores relativos al contexto legal, social y cultural.
Fuente: Intensive Care Medicine
¿Y cómo los prevenimos? Los autores dan dos recetas:
1. Con una buena COMUNICACIÓN: Mediante sesiones conjuntas interdisciplinares e interprofesionales, comités, rondas comunes a pie de cama y protocolos comunes.
2. Con RESPETO: desarrollando una cultura que valore y reconozca las contribuciones de todos los miembros como diferentes pero de igual importancia.
Sin duda alguna, algo está cambiando en las UCIs a nivel mundial. Estamos viviendo un momento histórico, donde parece que ponemos el foco en las personas, independientemente de su camiseta.
Feliz Jueves,
Gabi
Muy bueno el artículo. En mi opinión, la mayoría de las veces es un problema de educación puro y duro. Si no tienes sentadas las bases es desde niñ@, es muy difícil, por no decir imposible.
Puedo decir que he llegado a sentir vergüenza ajena ante determinados comportamientos de algunas personas trabajando. No se debería consentir, sinceramente. Y luego nos sorprende que determinadas empresas privadas den clases de cómo comportarse ante los pacientes. .. Es que a much@s les hace demasiada falta! !
Y entramos en la madre del cordero… 😉 . Que a día de hoy me siga sorprendiendo que, en mi caso un intensivista, me pregunte por mi paciente, que opino y sobre todo, que tenga esa opinión en cuenta, dice mucho de la situación actual. Trabajo en un sitio de costumbres ancestrales, y cambiarlas está costando mucho. Y es algo que no entiendo. Quizá sea problema de educación, como dice Elena, pero lo que está claro es que aún quedan muchas cosas que cambiar para llegar a realizar un buen "trabajo en equipo". A pesar de los tiempos que corren, todavía hay mucha desconfianza y falta de valoración de nuestro trabajo entre un gran número de profesionales de la medicina. Y eso repercute en el cuidado del enfermo sin lugar a dudas. Seguiremos luchando por el cambio. Gracias por compartir el artículo.
Totalmente de acuerdo con Elena y Laura. Creo que las relaciones de poder también están fuertemente implicadas. El cambio de paradigma no va a resonar a todos por igual, habrá quien no cambie nunca por costumbre o por miedo. Tal vez perciben inconscientemente que su mundo está obsoleto y cambiando sí o sí inevitablemente.
Os enlazo la tesis doctoral de la Dra. Margalida Miró Bonet:
DRA. Margalida Miró Bonet: http://www.uib.es/es/personal/ABDExMDI/
http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/9440/tmmb1de1.pdf?sequence=1
Sin duda, es absolutamente necesaria la comunicacion entre las diferentes personas del equipo sanitario, para que pueda en realidad llamarse EQUIPO, pero es una habilidad no tecnica, que no es tan facil de aprender y necesita de practica deliberada.