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PROPÓSITO:

Proyecto HU-CI se propone, entre sus líneas de trabajo, certificar el cumplimiento de estándares de humanización de las organizaciones sanitarias, así como de sus profesionales y de la formación que estos reciben. Así Proyecto HU-CI, acompaña a las organizaciones y profesionales de la salud en la mejora de la calidad de su trabajo, a través de la certificación y de otros proyectos que impulsan la humanización de los Cuidados Intensivos.

La certificación supone un reconocimiento expreso y público al cumplimiento de los requisitos considerados necesarios para prestar una atención humanizada y de calidad por parte de las unidades que han emprendido un camino de mejora continua.

Este programa de certificación contiene un total de 160 estándares distribuidos en 7 líneas estratégicas.

ÁMBITO:

El Programa de certificación de humanización en las unidades de Cuidados Intensivos está dirigido a Unidades de Cuidados Intensivos, Reanimación, o cualquier otra unidad de atención continuada a pacientes críticos, pertenecientes a centros hospitalarios del sector público o privado que lo soliciten.

METODOLOGÍA:

El Proceso de Certificación comienza con la solicitud voluntaria de una unidad de someterse al proceso de revisión que concluirá con la certificación por parte de Proyecto HU-CI.

Dicha certificación tendrá validez, una vez concedida, de cuatro años. Periodo tras el cual deberá certificarse nuevamente el mantenimiento de las buenas prácticas para conservar el nivel de certificación.

El proceso comprende una serie de fases que pueden resumirse en:

  • Solicitud.
  • Autoevaluación.
  • Evaluación.
  • Certificación.

1ª FASE: SOLICITUD.

La solicitud se inicia con una petición formal en la que deberán indicarse todos los datos relativos a la unidad solicitante, así como las personas responsables localmente del proceso.

Tras la solicitud se asignarán dos tutores por parte del Proyecto HU-CI que serán los encargados del acompañamiento y asesoramiento de la unidad solicitante durante el proceso de certificación.

Los responsables locales recibirán unas claves de acceso al programa de certificación mediante el cual mantendrán el contacto sobre todo lo relativo al proceso. A través de ese medio contarán con los instrumentos necesarios para el envío de la documentación solicitada para la verificación de las buenas prácticas requeridas.

2ª FASE: AUTOEVALUACIÓN

Durante esta fase los responsables locales deberán reunir y aportar las pruebas que verifiquen el cumplimiento de las buenas prácticas requeridas. Dichos requisitos quedan reflejados en este manual de acreditación que servirá como documento guía en la preparación de las pruebas de cumplimiento.

Una vez iniciado el proceso, se establece un plazo máximo de doce meses para finalizar esta fase teniendo validez las pruebas aportadas durante ese periodo y debiendo renovarse las mismas si se supera el plazo establecido.

La autoevaluación permite identificar a la unidad solicitante su posición actual, determinar a dónde quieren llegar y planificar las actuaciones para conseguirlo.

Esta fase finaliza a petición de la unidad solicitante una vez que considere que reúne los requisitos necesarios para proceder a la evaluación por parte de Proyecto HU-CI.

3ª FASE: EVALUACIÓN

Una vez finalizada la fase de autoevaluación, y a petición de la unidad solicitante, se procederá a realizar la auditoría externa por parte de los equipos de evaluadores, que valorarán las pruebas aportadas durante los procesos de certificación. Esta fase incluye la evaluación de la documentación aportada y la verificación presencial de aquellos aspectos que lo requieran.

4ª FASE: CERTIFICACIÓN

En base a los resultados obtenidos en la fase de evaluación, Proyecto HU-CI emitirá un informe en el que certificará el cumplimiento de las buenas prácticas propuestas. Dicho informe reflejará así mismo los aspectos detectados que puedan suponer opciones de mejora.

El informe certificará un nivel básico, avanzado o excelente de cumplimiento dependiendo del grado de consecución de los estándares propuestos.

Las buenas prácticas se dividen en tres tipos básicamente:

Por un lado, aquellas consideradas como Obligatorias para poder afirmar que se encuentra en un nivel básico de humanización (señaladas con la letra O en el texto)
Por otro, buenas prácticas consideradas como Esenciales, pero no obligatorias para considerar un nivel básico. Su cumplimiento pone de manifiesto un nivel más avanzado de reconocimiento (señaladas con la letra E en el texto)
Y Otras que, si bien no se consideran obligatorias o esenciales, sí serían Deseables aportando un nivel excelente de reconocimiento y certificación (señaladas con la letra D en el texto)

* El presente manual ha sido elaborado por profesionales sanitarios, contando con la participación y el asesoramiento de otros profesionales de áreas relacionadas con los estándares de acreditación, así como de pacientes y familiares.

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