Pasajer@s de nuestras vidas, un viaje por el tiempo lleno de toda clase de sucesos, algunos esperados y otros inesperados.
Intocables ante problemas que nos producen tanto temor a ser protagonistas de ellos, que nos volvemos seres inconscientes, invadid@s por una sociedad mecanizada, llena de apariencias y de prisas.. sin tiempo a respirar, ni reflexionar, sin tiempo a observar y escuchar.. dejando de ser eso tan esencial, el ser human@s.
Envueltos de lo material, nos impiden ver más allá, nublad@s por el ansia ganancial y haciendo su dios don dinero. Quedando en un segundo plano lo humano…el ser intocables, el no ser conscientes, que nadie es brindado con la virtud de “jamás pasaré por una enfermedad” “jamás pasaré por lo que tú estás pasando” …. con soberbia desmedida etiquetando a los demás como “enferm@s” y much@s de ell@s, usando esta “etiqueta”, se lucran haciéndose llamar empresas farmacéuticas o altos cargos de “importante nivel”.. haciendo sus propios cálculos:inversión más número grande de “enferm@s” igual a gananciales. Realidades que a much@s no les gusta leer o no interesa difundir.
Soy una de esas personas a las que llaman pensamiento diferente, dentro de un rebaño que no tiene culpa de ser dirigid@s por un pastor.
Con finalidad de ayudar y hablar de manera totalmente desinteresada de una enfermedad poco frecuente y sin cura a día de hoy… intenté mi propósito… hasta que un frase que intenté corregir, hizo enfadar a algunas compañeras de lucha, contestándome de manera enfurecida… que si ¿acaso no éramos y somos unas enfermas discapacitadas?
Esa respuesta me descolocó tanto que mi vendaje se cayó por completo y vi que no existían grupos… No habían separaciones: el grupo de pacientes, el grupo de médicos y doctoras, el grupo de enfermer@s,.. sino personas con opciones y caminos diferentes y modos de ver la vida totalmente distintos.. aún padeciendo la misma enfermedad, aún trabajando en un mismo puesto de trabajo…
Me sigo quedando con una receta que hace años me mandó una amiga, una enfermera que pasó por mi vida… en un papel en blanco me escribió su propia receta y de forma obligatoria!:
Aún guardo esa receta, y observo… observo como un día en la playa un padre paseaba a su niño con una enfermedad rara en su silla de ruedas, en unas circunstancias muy difíciles a simple vista, le regalaba una flor a su hijo que cogió del jardín del paseo de la playa, y el niño como si de un gran tesoro se tratara, le plantó las mejores de sus sonrisas, besos y abrazos a su padre. Se llama amor. Me emocioné tanto y me sentí pues feliz al observar esa maravillosa imagen ante mis ojos.
Soy una mujer con una enfermedad rara y con discapacidad y para nada me considero una “enferma discapacitada”, ese cartel se lo dejo para aquell@s que necesitan saciarse de dramas para sentirse mejor con sus propios problemas.
Ante todo tenemos un nombre, una historia… y ante todo somos personas.
Con mucho cariño para tod@s,
@Gema_Avefenix
Autora del Blog Hagamos Posible lo Imposible.
Hola Gabi! Qué decirte! Después de las biblias que te he mandado por correo! Bueno, agradecerte mucho el brindarme la oportunidad de participar en este valioso proyecto, en el cual deseo que alcance a muchísimas personas más y que dure años! Muchos!!!!!
Nos leemos!
Besos!!!
Gracias a ti crack! El éxito del proyecto dependerá de tod@s así que vamos a por ello!!!
Un beso y que seas muy feliz el día de tu boda!!
Felicitaciones a los dos, a Gema, por sus palabras y a Gabi por el proyecto. Saludos!!