La crisis sanitaria que vive nuestro país debido a la pandemia por COVID-19 inevitablemente ha hecho desplomarse parte de lo que quisimos construir dando visibilidad a la importancia de unos cuidados sanitarios humanizados.

Al inicio de esta alerta sanitaria, el aislamiento en muchos casos mantuvo incomunicados a los pacientes de sus seres queridos sin saber si iban a volver a verse o no. En este contexto surgió “Acortando la distancia”, de la mano de Esther Gómez (enfermera) y Victoria Tramonte (médico intensivista), plataforma sin ánimo de lucro que ha gestionado una red multimedia que ha logrado comunicar a través de videollamadas a miles de pacientes que se encontraban aislados y sus familiares en toda España. Para transformar esa idea en realidad, desde la sociedad civil se han unido al proyecto de manera altruista: La Vecina Rubia y Tomás Paramo, con su generosidad, voz y amplificación; Giovanna Angiolillo con su red de contacto para la búsqueda de partners y gestión integral del proyecto; Iván Zhelyazkov  en la creación de contenidos y gestión de canales propios, Clara Bayarri, creando (en tiempo record) y gestionando la plataforma web con la que hoy podemos acortar distancias y Nacho, con el inestimable asesoramiento técnico-legal de Fuster-Fabra Abogados. El Grupo MásMóvil y su generosa donación de dispositivos móviles abrazó la iniciativa para hacerla posible.

Hoy, un mes después, la soledad que tanto nos asustaba se ha cambiado por miles de miradas que han dejado ver a través de la mascarilla grandes sonrisas al reunirse a través de la pantalla con sus seres queridos, y los mensajes de cariño más sinceros han seguido estando presentes en las despedidas. Todo ello ha sido posible gracias a gestos generosos y solidarios procedentes del personal sanitario que ha servido para regalar felicidad a muchas personas al volver a conectarse con sus seres queridos. A lo largo de este tiempo muchas personas han participado en el proyecto aportando voluntad e ilusión, gracias a los cuales las videollamadas forman parte del día a día de hospitales, residencias y fundaciones de toda España.

El impacto emocional derivado de esta pandemia es uno de esos elementos que han sobrevenido sin que estuviéramos preparados para ello y a los que nos hemos visto expuestos todos, no sólo pacientes y familiares, sino también los profesionales que les atendemos.

Las Unidades de Cuidados Intensivos son de manera habitual unos de los espacios sometidos a unas condiciones de mayor tensión y sobrecarga dentro del hospital, por su propia idiosincrasia, donde constantemente se toman decisiones en situaciones de crisis. La actual pandemia ha acrecentado las difíciles condiciones diarias en las que convivimos profesionales y pacientes en estas unidades, como son la percepción de vulnerabilidad, el aumento de ansiedad y miedo por el pronóstico, así como el sufrimiento por el aislamiento que priva a los enfermos del contacto con sus familiares, que a su vez sienten impotencia e incertidumbre por la evolución de la enfermedad. Los profesionales estamos desarrollando nuestra labor frente al covid-19 bajo una importante presión asistencial y estrés, viéndonos obligados además a aceptar la limitación de los recursos que logren la recuperación de nuestros pacientes, sin negar el temor que se deriva de los riesgos de contagio. Todo ello hace que la atención a las necesidades psicológicas sean una línea de trabajo esencial para mejorar el bienestar de pacientes, familiares y profesionales.

Este es el marco en el que comienza su andadura la iniciativa de intervención psicológica en las UCI por parte del Proyecto Internacional HU-CI con el objetivo de prestar soporte y apoyo emocional en la primera fase, y detectar a las personas que puedan estar en riesgo de desarrollar una enfermedad mental para enviarlas de forma precoz a los Servicios de Salud Mental. Desde “Acortando la distancia” recibimos con ilusión la invitación para colaborar en esta nueva línea que hará de la iniciativa un proyecto más integral, ampliando el uso de la red multimedia a todas las conexiones que logren humanizar el cuidado de las personas. Y para ello, hemos donado inicialmente 60 teléfonos móviles para que cada uno de los psicólogos pueda llevar a cabo su intervención.

Dos buenos proyectos, dos proyectos buenos. Juntos multiplicamos.

#benditalocura la #humanizacion de la Sanidad!