Hola a tod@s, mis queridos amigos:
Odile tiene la buena costumbre de referenciar todos sus comentarios, y me llamó mucho la atención que uno de los artículos en los  que se basa su post hubiera sido publicado en la revista de la Asociación Americana de Enfermeras de Cuidados Intensivos, Critical Care Nurse en 2004: Hugs and healthy hearts. Así que lo busqué y aquí lo tenéis.
Os resumo el post de la Dra Fernández:
” Imaginad que vuestro médico os prescribe 4 abrazos al día si sufrís depresión o ansiedad. El contacto físico es más importante de lo que pensamos.
Cuando abrazamos y nos abrazan todos los órganos de nuestro sistema se activan: el corazón, el cerebro, los sensores de nuestra piel y nuestro sistema endocrino. Este gesto disminuye la producción de cortisol y adrenalina, reduce el estrés y genera una agradable sensación de paz y equilibrio. Cuando recibimos un cálido abrazo se libera oxitocina que es la hormona del placer y el bienestar.
Cuando alguien es tocado, acariciado o abrazado, los receptores de la piel también se activan. Estos mandan señales al nervio vago del cerebro, responsable de reducir la presión sanguínea. A más abrazos, menos presión sanguínea.
 
Algunos expertos aseguran que son recomendables cuatro diarios para notar sus efectos positivos sobre nuestra salud física y espiritual.
 
Los abrazos son un gesto recomendado para todos, pero están, especialmente, indicados para aquellos que padecen  problemas emocionales de  estrés, ansiedad, miedo o depresión. Los abrazos reducen de forma significativa la preocupación por morir y mejoran la actitud ante los miedos existenciales entre los practicantes de la abrazoterapia.
 
Los abrazos también incrementan la calidad de vida de las personas con demencia.
Los abrazos son fundamentales para reducir el estrés y el miedo. “
 
¿Qué os parece? ¿Tenemos en las UCIs pacientes con todos estos síntomas?
¿Abrazoterapia en la UCI?
Feliz martes, canallas.