Recientemente ha sido publicado online en Intensive Care Medicine en la sección What´s new in Intensive Care el artículo Eight things we would never do regarding end-of-life care in the ICU firmado por los doctores Ely, Azoulay y Sprung.

Se pretende dar una visión desde tres partes del mundo y ópticas diferentes sobre situaciones y conceptos transversales en la atención del final de vida en la UCI. Muchas personas diferirán de estos puntos de vista, pero el debate y la reflexión siempre es saludable.

Estos son los puntos que se tratan y desarrollan en el artículo:

  • No proporcionaré tratamientos que el equipo médico considere inapropiados para paciente/familia aunque ellos los soliciten, individualizando cada caso.
  • Nunca permitiré el dolor, la ansiedad o la disnea u otras formas de sufrimiento, a menos que el paciente rechace el tratamiento para obtener algún beneficio (p.ej comunicarse con sus seres queridos).
  • No aplicaré política de visita restrictiva.
  • No adaptaré cambios en los tratamientos y los cuidados en función de la comodidad de los miembros del equipo.
  • Nunca le preguntaré al paciente ¿quiere que hagamos todo?.
  • No tomaré decisiones sobre el fin de vida ni las aplicaré sin consultarlo con paciente, familia y el resto del equipo.
  • Nunca le diré al paciente o su familia cuánto tiempo vivirá.
  • Nunca acortaría  intencionalmente la vida de un paciente retirando el tratamiento/administrando un fármaco letal o toxina para causar la muerte.

En conclusión, deberíamos ser capaces de aplicar el famoso mantra “curar a veces, aliviar a menudo y consolar siempre“. La evolución de la medicina intensiva continua trayendo maravillosas y extraordinarias intervenciones que salvan vidas, pero no deben suplantar la prioridad de dos aspectos de nuestro trabajo: aliviar el sufrimiento y confortar a los pacientes y sus familias. El mensaje para llevarse a casa sería simplemente enfocarnos en ser más resolutivos en conseguirlo: mejores cuidados paliativos y asegurar el confort siempre.